El bienestar como bastión populista

Nada bien la hace al gobierno federal, y de paso al gobierno estatal, la desaforada tendencia al gesto populista de Javier Gómez Cazarín, quien tiene a su encargo la implementación de los programas sociales en beneficio de la población mexicana. Se entiende la obligación gubernamental de proporcionar esos programas de beneficios porque lo mandata la constitución, pero al parecer al señor Gómez Cazarín, responsable de ese sector en Veracruz, en su excesivo afán de...
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Empieza la enorme lista de la inevitable guillotina… Bye Bye Nena

Ninguna sorpresa. Gobernar no ha sido fácil y ahora menos que nunca. La geopolítica del mundo como tsunami brutal. El país y Veracruz, cada vez más pintados de sangre; desapariciones y exterminio (aunque les duela); las finanzas públicas en quiebra absoluta, sin lana ni para un chesco, algunos dicen que ya es plena y grave la recesión; la demagogia sigue, las ocurrencias crecen; las consecuencias de la destrucción del aparato judicial que cede paso a la autocracia; por ende, el fin de la democracia representativa; las pugnas de las...

Espíritu de cuerpo

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Estrictamente Personal

La imagen lo dice todo. Cuauhtémoc Blanco en la tribuna de la Cámara de Diputados, diciéndose inocente de la imputación de tentativa de abuso sexual contra su media hermana, y ofreciendo ir a declarar ante la autoridad ministerial porque no tiene nada que temer. Es patético. El valiente con el fuero a cuestas. Alrededor de él, más de una decena de diputadas de Morena lo arroparon gritando “¡no estás solo!”. El clamor exhibe a todas. No votaron en contra de su desafuero por una razón de técnica-jurídica, como alegaron, sino porque a los suyos nadie los toca. La instrucción provino de los hombres y su acatamiento no sólo mostró el pacto patriarcal vigente, sino que mostró que el espíritu de cuerpo del régimen está por encima de todas las cosas.

Blanco está arropado por el obradorismo. Por eso se dieron todas las ilegalidades e irregularidades que llevaron al voto para evitar el desafuero, como había pedido la fiscalía de Morelos. La solicitud la recibió el presidente de la Comisión Instructora, Hugo Eric Flores, que debía analizarla. Flores era el líder del Partido Encuentro Social que en 2018 llevó a Blanco como candidato común con Morena a la gubernatura de Morelos.

Tres miembros de la Comisión se pronunciaron por su admisión, recordó Germán Martínez del PAN. “En ese momento el presidente (Flores) ordenó un receso de la sesión”, agregó en el pleno de la Cámara. “Al reanudarse llegó este dictamen (que desechaba la petición). No hubo admisión, contestación, periodo de pruebas, alegatos, y se pretende dar resolución sin oír a las partes, ni mucho menos ‘practicar todas las diligencias necesarias’, como nos autoriza la ley”. En otras palabras, el caso estaba decidido antes de que llegara a San Lázaro.

Ivonne Ortega, de Movimiento Ciudadano, se convirtió, retomando el sentir de mi compañera en N+ Foro Ana Lucía Ordoñana, en la representante de muchas, cuando peleó en la tribuna de San Lázaro para llegar al presidente de la cámara, Sergio Gutiérrez Luna, títere del coordinador de Morena, Ricardo Monreal, y reclamarle haberle dado la palabra final de la sesión a Blanco, rompiendo toda la norma. Expresaba en su lenguaje de cuerpo, sus gestos y sus recriminaciones la frustración y la impotencia de un ejercicio arbitrario y pendenciero de Morena, el Partido Verde y el PRI, cuya indignidad aumenta su leyenda negra, donde cambiaron sus votos por impunidad de otro, su líder Alejandro Moreno, que también está sujeto a un proceso de desafuero por enriquecimiento ilícito cuando fue gobernador de Campeche.

Todas las mujeres de Movimiento Ciudadano y del PAN votaron por el desafuero y que Blanco, inocente hasta que se compruebe lo contrario, enfrentara el proceso sin blindaje legislativo. Treinta y siete diputadas y diputados del PT, que forman parte de la coalición de gobierno, querían quitarle el fuero a Blanco. En el Partido Verde, donde los votos suenan a metálico, sólo dos mujeres se sumaron a la minoría. En Morena, donde había expectativa que todas las mujeres de la bancada apoyaran el desafuero, apenas si una veintena votaron por él.

El grito de celebración de Claudia Sheinbaum cuando asumió la Presidencia de “¡llegamos todas!”, quedó ahogado en la ignominia del “¡no estás solo!”. ¿Cómo justificar política y moralmente que solo Blanco tuvo derecho a su palabra y jamás se la dieron a su media hermana, que lo acusó del intento de abuso sexual? Lo pretendió Sheinbaum ayer cuando pidió que se viera el “contexto” de la solicitud de desafuero, recordando que la había presentado Uriel Carmona, el exfiscal de Morelos, con quien ella, como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se enfrentó por un caso de feminicidio donde sus versiones son antagónicas. En 53 palabras, politizó todo el tema.

No es de extrañar. Espíritu de cuerpo.

Blanco es diputado plurinominal por decisión del expresidente Andrés Manuel López Obrador, que ordenó dar el fuero a todos aquellos que hubieran puesto dinero a la campaña presidencial de Sheinbaum. Cuánto le dio, no se sabe, pero la Auditoría Superior de la Federación encontró un desvío de seis mil millones de pesos del erario de Morelos durante su gestión.

Sheinbaum y Morena dicen que no hay impunidad porque sólo se revisó si procedía la solicitud, que puede volver a presentar la fiscalía de Morelos que se encuentra bajo otro titular y con otra gobernadora, Margarita González, muy cercana a López Obrador. González se ha embarcado en una reconstrucción del estado y su fiscalía tiene abiertas varias carpetas de investigación contra Blanco. Hace unas semanas comentó en Palacio Nacional que la acusación contra Blanco era cierta y que había otros dos casos más. Sheinbaum ha ignorado todo. Si el caso de Blanco no la afectaba, estaría del lado de la protección y el encubrimiento.

Como varias veces en los últimos 10 días, no se está dando cuenta de lo que está haciendo. Ayer lo respaldó e ignoró a la víctima. Como en el caso de los desaparecidos, ninguna empatía para la media hermana del diputado. El sistema patriarcal de Morena -y en general de la clase política- la supera. Las mujeres son tokens y pretextos. Se esperaba más de la presidenta en este campo, pero la politiquería pudo más que la sororidad, descalificando la investigación de la Fiscalía de Morelos porque la había llevado a cabo Carmona. En San Lázaro fue diferente. No había esos desacuerdos y rencores guardados; había una instrucción superior -no desde Palacio Nacional-, para la protección de Blanco.

“A una mujer humillada se le debe creer”, dijo Martínez en la tribuna de San Lázaro. “La perspectiva de género busca reequilibrar la relación procesal ciudadana violentada desde el poder”. No fue así el miércoles, día negro para la joven legislatura. Votar su desafuero no habría sido una señal de culpabilidad, sino la puerta para permitir a la víctima ser escuchada y al acusado defenderse. Blindando a Blanco lo condenan. El rechazo al desafuero, paradójicamente, refleja que no creen en su inocencia y por eso había que cuidar a uno de los suyos. Finalmente, espíritu de cuerpo, por más moral y políticamente retorcido que este sea.

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