Desde la reelección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, la oficina Oval de la Casa Blanca ha sido escenario de manifestaciones heterodoxas respecto a la conducción política del mandatario del país más poderoso del planeta.
El pasado 28 de febrero, el mundo presenció una acalorada discusión entre dos presidentes. La visita de Volodímir Zelenski a la Casa Blanca buscaba formalizar un acuerdo que permitiría a Estados unidos acceder a los recursos minerales de Ucrania. Sin embargo, tras el encontronazo entre ambos líderes, quedó en suspenso la explotación de las tierras raras ucranianas que Trump exigía como garantía para recuperar los 500.000 millones de dólares invertidos en Ucrania.
Más de allá de analizar la discusión, es importante entender que son las “Tierras Raras” y su relevancia. Desde su descubrimiento en el siglo XVIII, estas han pasado de un uso limitado a ser fundamentales en la industria tecnológica. En las últimas dos décadas, su demanda ha crecido exponencialmente debido a sus propiedades físico-químicas únicas. Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos que incluyen el neodimio, lantano, escandio o praseodimio, que, junto con materias primas críticas como el tungsteno, magnesio, litio o cobalto se han vuelto imprescindibles con la llegada de las nuevas tecnologías.
Las tierras raras son la base de muchas tecnologías cotidianas y energías renovables. Con ellas se fabrican una amplia variedad de productos como imanes para motores eléctricos y generadores, baterías recargables de vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos, pantallas de televisores, teléfonos móviles y computadoras, turbinas eólicas, catalizadores empleados en la industria del petróleo y en la reducción de emisiones de vehículos.
A pesar de su nombre, no son particularmente raras en la corteza terrestre. Sin embargo, su extracción y procesamiento es un proceso complejo y costoso que implica varios pasos y técnicas. Los métodos de minería más comunes son la minería a cielo abierto y la minería subterránea. Una vez extraídos, los minerales se envían a plantas de procesamiento donde se trituran, muelen y separan de la ganga (material no deseado). Luego, los minerales se concentran y purifican mediante técnicas como la flotación, la separación magnética y la lixiviación. Su minería es todo un atentado contra el medio ambiente por la contaminación de suelos y cuerpos de agua debido a la generación de desechos tóxicos y radiactivos.
Ucrania surge como un actor clave en la geopolítica de las tierras raras debido a sus significativas reservas de estos minerales. Posee aproximadamente el 5% de las materias primas críticas del mundo, incluyendo 19 millones de toneladas de reservas probadas de grafito, un tercio de todos los yacimientos europeos de litio, componente clave de las baterías para vehículos eléctricos. Las reservas mundiales de tierras raras se calculan en 120 millones de toneladas métricas, una tercera parte de esta se localiza en China, le siguen Vietnam, Brasil y Rusia.
La explotación de estos minerales podría tener un impacto significativo en la economía global y en la dinámica geopolítica, ya que son esenciales no solo para la tecnología moderna y las energías renovables, sino también para la industria militar, lo que los convierte en un recurso estratégico. La competencia por acceder a estos recursos ha generado tensiones entre las principales potencias mundiales como Estados Unidos, China y Rusia. Diversificar las fuentes de tierras raras y fomentar la cooperación internacional en su explotación podrían modificar la dinámica geopolítica y reducir la dependencia de un solo proveedor. China controla el 97% del mercado de la extracción y el refinado de estos elementos, además del 89 % de la fabricación de sus aleaciones. La Unión Europea busca diversificar sus fuentes de tierras raras para reducir su dependencia de China y ha establecido metas para aumentar la extracción local y el procesamiento interno de tierras raras para 2030.
Según una publicación del a UNAM, los elementos que integran las tierras raras poseen cualidades asombrosas. El singular arreglo de los orbitales de los electrones de sus átomos, al enlazarse con otros elementos, los hace comportarse en formas sorprendentes como emitir luz o potenciar cualidades magnéticas. Por ejemplo, el cerio funciona como catalizador para refinar petróleo, y el gadolinio captura neutrones en los reactores nucleares. Además, potencian las señales a través de los kilométricos alambres de fibra óptica bajo los océanos, permiten generar sonidos en los auriculares, impulsan información digital a través del espacio o cambian las trayectorias de los misiles balísticos buscadores de calor, se usan en la fabricación de cristales sintéticos para láseres de alta potencia; la lista es interminable.
Ante los estragos ecológicos en la extracción, así como su escasez, existen esfuerzos por reciclar y reutilizar las tierras raras en dispositivos electrónicos, buscando reducir significativamente la dependencia de nuevas extracciones. Sin embargo, actualmente solo el 1% de estos elementos se reciclan, lo que representa una oportunidad clave para el desarrollo de nuevas tecnologías sostenibles. En la búsqueda de alternativas, Tesla ha anunciado que sus próximos motores eléctricos no utilizarán tierras raras, buscado la utilización de materiales más comunes y accesibles.
Por su importancia estratégica y su influencia geopolítica global, debido a su empleo en la tecnología, la economía y la seguridad nacional, las tierras raras representan una competencia para su acceso, así como por disminuir la dependencia de un solo proveedor, como China. Estados Unidos ha manifestado su interés en establecerse como un jugador importante en la extracción y procesamiento de estos minerales, lo que ha derivado en tensiones que esperemos logren disminuir y alcanzar acuerdos para establecer rutas de crecimiento tecnológico y económico.
Ideario en perspectiva
El país enfrenta una crisis estructural que afecta áreas fundamentales como salud, educación, seguridad y economía. Mientras la deuda crece y los recortes presupuestales afectan sectores críticos, el gobierno prioriza celebraciones históricas como los funerales de Cuauhtémoc.
Estas manifestaciones patrióticas, lejos de fortalecer la identidad nacional, evidencian una estrategia de distracción que busca desviar la atención de la incapacidad gubernamental para resolver los problemas urgentes del país. La celebración del pasado no puede ocultar la realidad de un presente que exige soluciones inmediatas a problemas estructurales.