Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Si es deleznable un violador, más deleznable es que un partido político lo postule candidato a un puesto de elección popular. Y eso sucede con Celestino Rivera Hernández, un sujeto que estuvo en prisión por violar a un menor de 12 años y ahora es candidato del PVEM a la alcaldía de Tempoal. Con el plus de que sabiéndose protegido, amenaza con denunciar penalmente a quien ventile su negro historial.
Quienes lo conocen dicen que hizo un buen papel como presidente municipal de Tempoal en 2005-2007 y eso le alcanzó para ser diputado local, en ambas ocasiones por el PRD. Pero en julio del 2009 le movieron el tapete al ser señalado de abusar sexualmente de una menor de edad indígena, por lo que se pidió su desafuero.
Seguro de que le pelarían los dientes, Rivera Hernández dijo que estaba tranquilo y dispuesto a ponerse en manos de la justicia y de Dios porque era el más interesado en que las cosas se aclararan. “Esto viene de los adversarios políticos y fuego amigo. Son enemigos que van saliendo al paso del éxito”.
Pero de enfrentar un posible desafuero, de eso ni hablar.
El desafuero no procedió porque hubo un arreglo extrajudicial y el tipo terminó su periodo como diputado, pero siguió vigente como consejero nacional del PRD. Hasta que en mayo del 2011 fue detenido en flagrancia cuando violaba a un menor de 12 años en un hotel de Tantoyuca.
Para la historia quedó el registro de aquellas imágenes donde está trepado en la batea de una patrulla, desnudo, con los ojos entrecerrados y mirando a la cámara entre retador y pasmado.
Celestino supo que se le había venido el mundo encima cuando el PRD que lo defendió hasta la ignominia contra el desafuero, lo corrió, lo proscribió y lo defenestró.
Gracias a una buena defensa pasó unos años en prisión y no 20, 30 o más por violación a un menor. Y una vez libre se puso en acción.
En 2021 se registró como candidato del Partido Encuentro Social a un puesto de elección popular, lo que extrañó a los tempoalenses porque ese partido (ya desaparecido) era de origen cristiano y el cristianismo condena a los pederastas.
En la pasada elección quiso participar como candidato a diputado por Morena, pero Andrés Manuel López Obrador lo bajó del caballo desde su mañanera.
Descalificado por el mandamás del país, se dio por descontado que Celestino se iría a su casa, pero quién sabe a qué santo le rezó que un día amaneció como operador de la candidata Rocío Nahle en la zona norte del estado. Y el lunes 17 de este mes, el líder estatal del PVEM Edgar Herrera Lendechy, lo nombró Promotor de la Defensa de la Transformación por el Partido Verde en Tempoal, que es como le dicen ahora a los candidatos a lo que sea de Morena y el Verde.
¿En qué se basó el PVEM para hacerlo su abanderado? Aguas lector con insinuar siquiera que hubo dinero de por medio, porque te pueden denunciar por decir la verdad. Yo me inclino a creer que fue por su honestidad y decencia, por su probada calidad humana y por su amor a los niños y a las niñas.
De acuerdo con la organización “Brujas del Mar” este sujeto es presunto responsable de atacar sexualmente a cinco menores de edad.
Y uno se pregunta, ¿a poco no lo saben en el PVEM, un partido cuya bandera principal es la defensa del medio ambiente, pero que volteó para otro lado cuando López Obrador tiró 15 millones de árboles para hacer su Tren Maya?
Sí, sí lo saben, pero les importa pura corneta.
El Verde es un partido compuesto por vividores a los que les interesa el dinero provenga de donde sea, hasta de presuntos pederastas como Celestino Rivera.
Y en ese sentido ambos, partido y candidato, son la combinación perfecta.