PRI, gran institución política

En teoría política el Partido Revolucionario Institucional es una organización histórica merecedora de toda consideración si tomamos como parámetro el servicio que en sus mejores años proporcionó a la evolución política de esta nación. Su larga estancia en los pasillos del poder a partir de 1946 llamó la atención de Maurice Duverger, el prestigiado politólogo francés, quien visitó México con el propósito de indagar acerca de un partido político (el PRI) cuya permanencia en...
domingo, abril 13, 2025
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Vulgares y ruines delincuentes…

Hizo su carrera política en el PRI, incluso fue alcalde de un municipio que no era el suyo. Cuando vio que no le cumplirían sus caprichos, sencillamente se pasó a MORENA, la agencia electoral del AMLO. Es un pedestre y abyecto bandido, como muchísimos de sus correligionarios para los que la ley es inexistente, innecesaria. Delante de cientos de testigos y luego, retransmitido al mundo, el dictadorzuelo poblano cometió varios delitos: "Se impondrá de seis meses a dos años de prisión y multa de cinco a veinte Unidades de Medida...

Desde «la casita de los lagos», Xalapa observa a Alfredo Sánchez, sabio tenaz.-conversatorio inolvidable en la facultad de música de la Universidad Veracruzana-

Manuel Zepeda Ramos.

Xalapa, desde hace tiempo, está llena de sucesos que eran impredecibles y ahora, asuntos de la vida diaria.
Una vez más, La facultad de música, su emblemático auditorio y la siempre viva guitarra clásica para fortuna nuestra, fue la protagonista de vanguardia.
Resulta que un hijo distinguido y querido por sus compañeros maestros y sus alumnos, muchos de ellos ya guitarristas destacados que caminan por el Mundo tocando, estudiando y /o enseñando, se presentó en su auditorio.
Me refiero a Alfredo Sánchez, guitarrista muy importante de esta Casa, nuestra Casa, que llegara de la CDMX ya siendo alumno de Manuel López Ramos, para estar durante muchos años desarrollando su trabajo guitarrístico para bien de la gloriosa UV, para fortuna de muchos guitarristas clásicos por el formados.
Fueron sus propios compañeros, sus maestros y sus alumnos, quienes durante muchos minutos hablaron de él con emoción que se notaba, la emoción de la buena y cierta.
Enrique Velasco, Adei Berea, Iván Rísquez, Raúl Reyes, Ernesto Hernández, Gustavo Castro, Roberto Aguirre y Enrique Salmerón -que también fungió como moderador-, todos maestros y alumnos de Alfredo Sánchez, más muchos de los asistentes, también alumnos del maestro Sánchez durante muchos años, generaciones que fueron y vinieron de la facultad de música y que no se cansaban de hablar de su primer viaje a Cuba a un importante festival internacional de guitarra, invitados y guiados por Alfredo Sánchez en donde conocieron a la vanguardia de la guitarra clásica de la época existente en el Planeta, pero sobre todo conocer a Leo Brouwer, hoy convertido en ícono de la facultad y de sus alumnos, quienes todos, sin excepción, guardan en su repertorio algo de la gran creación del músico cubano, como parte importante de su quehacer musical.
Alfredo Sánchez es un lector empedernido desde que tuvo uso de razón. Interesado en la ciencia y en la técnica, sus compañeros del C.C.H. de la UNAM -uno de ellos allí presente, quien lo dijo-, pensaban que el maestro Sánchez se inscribiría en la facultad de Ingeniería. No fue así. En un milisegundo de lucidez profesional, eligió inscribirse -La enseñanza media regular de la UNAM, tiene derecho de inscribirse a profesional de manera directa-, eligió a la escuela de música. Ese mismo compañero dijo que todos se sorprendieron de inmediato, pero también concluyeron que si un compañero de enseñanza media, que les tocaba todo el repertorio clásico de la historia de la música en guitarra clásica tenía, desde hacía mucho tiempo su destino manifiesto.
Allí formado, Alfredo Sánchez incursiona a la Universidad Veracruzana a través del Ensamble Clasico de Guitarras, volviéndose maestro de guitarra clásica para los alumnos de la facultad de música, desempeñándose siempre con su enorme interés por brindar sus conocimientos para bien de sus discípulos.
Todo esto se hablaba y se hablaba en el conversatorio.
Allí surgió «la casita de los lagos», el primer sitio que habitó Alfredo Sánchez a su arribo a la captal de Veracruz y que sus alumnos la hicieron suya, ya fuera para continuar con la enseñanza-aprendisaje de la guitarra clásica como una extensión de la facultad de música por él ofrecida a sus alumnos; o para comerse un taco siempre ofrecido por el maestro sabedor de las carencias de un estudiante, sobre todo del que llegaba de más allá de Xalapa y de Veracruz a formarse, que no eran pocos; o bien para estar jugando ajedrez o platicando sobre el libro que leía y ofrecido en préstamo para quien lo quisiera. «La casita de los lagos» fue testigo, fiel, de la importancia para sus alumnos: la casa familiar que no tenían y que tanto añoraban y que nunca habrán de olvidarla.
Pero también Alfredo Sánchez es un escritor de libros incansable, acerca de su pasión que es la música y que se cuentan numeralmente en dos dígitos.
Si bien profundo admirador de Andrés Segovia, para la inmensa mayoría de los que saben el más grande guitarrista clásico de todos los tiempos, también ha sido su crítico implacable. Estudioso y transcriptor para guitarra clásica de la musica de los grandes músicos de todos los tiempos, Alfredo Sánchez sostiene que la musica de los creadores que Andrés Segovia interpretó, es imposible hacerlo en las partituras del gran maestro: su rapidez y sus grandes dedos del enorme virtuoso, su gran talento lo llevó a poner notas que no correspondían a lo que los grandes creadores quisieron decir a través de su música. Sostiene Alfredo Sánchez que el autor consagrado merece que su música eterna sea ejecutada como la imaginó. Por eso, Alfredo Sánchez ha hecho transcripciones de la música de los grandes para guitarra clásica, apegándose fielmente a lo que el creador quiso decir, en un instrumento de solo seis cuerdas pero que puede ejecutarse con el talento de los grandes guitarristas.
Al maestro Alfredo Sánchez se le llenan los ojos de alegría cuando sostiene que la guitarra clásica de solo seis cuerdas es capaz de interpretar a Johann Sebastian Bach, sin demérito de su creador.
Alfredo Sánchez ha hecho ya muchas transcripciones de la música de los grandes para guitarra clásica, que hoy se tocan por el Mundo.
¿Y por qué estoy hablando del maestro Alfredo Sánchez?
Porque ayer, 9 de marzo de 2025, en el auditorio de la facultad de música en el que ha tocado durante muchos años, Alfredo Sánchez ofreció su último concierto, arropado por muchos guitarristas que lo quieren y admiran, porque habrá de jubilarse y dedicarse a muchos compromisos que ahora si habrá de cumplir a tiempo completo.
Alfonso Moreno, el más grande guitarrista vivo de México, presente en el homenaje, contó su primer encuentro con Alfredo, ambos alumnos distinguidos de Manuel López Ramos. Alfonso Moreno dijo, palabras más, palabras menos:
-El recién llegado a Xalapa, me fue a ver para que yo le diera clases. Por supuesto, le dije ¿Deseas tocarme algo para que pueda evaluar tu nivel?
Alfredo Sánchez accedió, tocando varias areas de correspondientes composiciones de los grandes músicos.
-Lo detuve y le dije: Alfredo: yo no tengo nada que enseñarte. Eres guitarrista. Desde esa vez somos amigos. Cuando estuve muy grave en la CDMX hace algunos años, me visitó en el hospital. Fue al único a quien recibí.
Alfredo Sánchez deja una herencia maravillosa de su paso por la facultad de música: muchos, muchos grandes guitarristas que hoy son orgullo de la Universidad Veracruzana y de México. Muchos libros sobre la apreciación del autor acerca de su visión de la música, particularmente de la guitarra clásica, entre otros temas por él abordados. Mucha obra escrita de los grandes creadores para guitarra clásica, estrictamente cuidada para poner en notas lo que su autor ha querido decir.
Con el tiempo, «la casita de los lagos» habrá de ser considerada como el lugar en donde los futuros intérpretes «afianzaron» su conocimiento de la guitarra, para convertirse en los grandes intérpretes de la guitarra clásica que prestigian a Xalapa y a su gran Universidad Veracruzana ante México y ante el Mundo. Habrá de convertirse en la casa emblemática de los guitarristas, como alguna vez Manuel Maples Arce, Germán List Arzubide y Ramón Alba de la Canal, entre otros, hicieron de Xalapa la Estridentópolis de la época, -¡arriba el mole de guajote!-, la casa del surrealismo en México que algún día imaginaron.
Larga vida para Alfredo Sánchez, personaje indiscutible de la guitarra clásica, el defensor indiscutible de la integridad total de la obra escrita de los creadores de la música.
¡Viva la Universidad Veracruzana!
¡Viva Veracruz!

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