Por Helí Herrera
Hay que ser claro: Desde que se fue el dueño a Palenque, su instrumento político es un desgarriate.
Cada morenista hace lo que se le da en gana, que no es lo peor, sino que ni siquiera a la presidenta de la república, quien se bautiza como “una modesta militante con licencia”, le hacen caso y toman en cuenta, en una rebelión que antes, con don Andrés, no ocurría.
Ejemplos sobran, pero bastarían dos: a) la iniciativa de ley que envió la ejecutiva federal, para desterrar el nepotismo que por los hechos, ya es norma en MORENA, misma que en lugar de no quitarle ni una coma, como sucedía con las iniciativas de AMLO, se la batearon, y en lugar de imponerla en La Constitución para que operara a partir de las elecciones de 2027, se la mandaron para el 2030 y b) la campaña gubernamental que trae la senadora chihuahuense Andrea Chávez, que por un lado vota desde su curul para restringir el gasto en salud, pero ella trae unidades móviles medicas de 10 millones de pesos mensuales cada una, en su estado, en claros actos anticipados de campaña, con dinero privado que esta prohibidísimo por las leyes electorales mexicanas, y que ni el llamado desde Palacio Nacional para que las detenga, la ha hecho recular.
Se desnudan con estas acciones los hombres y mujeres morenistas que tienen cargos públicos, y rompen con los principios, con la ética del militante, con la congruencia a laque tanto aludía el expresidente López Obrador desde su pulpito de las mañaneras, donde les exigía a todos los funcionarios emanados de su partido-movimiento de no ser corruptos, soberbios, prepotentes, no andar en camionetasmachuchonas, meter a sus parientes a la nómina pública, no enriquecerse, y abrazar ese slogan de que “”por el bien de todos: primero los pobres””.
La realidad ha acabado por hundir esos principiosen el partido magenta, apoderándose la incongruencia en mujeres y hombres morenistas que ocupan cargos públicos, resultando sinceramente iguales y peores a los que en teoría dijo combatir AMLO y sus seguidores, como la propia presidenta, que hace llamados desde Palacio Nacional a retomarlos, y se estrellan en oídos sordos de sus compañeros y compañeras.
Exhorta Claudia Sheinbaum Pardo a poner reglas en su partido-movimiento, cuando éstas ya están en las leyes electorales, pero como los funcionarios que deberían aplicarlas son un apéndice de su partido, se hacen que no ven todas las violaciones que la senadora Andrea Chávez comete, que la harían inelegible para figurar como candidata a la gubernatura.
Pero así eran en el PRD. Avorazados por el dinero, por los cargos, por el poder, y para accesar a ellos formaron tribus que como lo advertí en varias columnas publicadas en los periódicos de finales de siglo, llevarían al cadalso al partido del sol azteca, >porque se despedazarían entre ellos<,como sucedió.
El mismo diagnóstico le aplico a MORENA.
Ya empezaron.