Hoy, la dictadura Nicaragüense anunció su salida de la UNESCO, la agencia de la ONU para la educación, la ciencia y la cultura. ¿El pretexto? Que la organización premió a un diario históricamente opositor. Hay que recordar que en Nicaragua hay un obispo católico privado de la libertad, que fueron prohibidas las celebraciones religiosas de Semana Santa y que la población vive en un estado terrible de terror y empobrecimiento, aislándose cada vez más del mundo. Basta ver las caras de los brutales represores, Daniel Ortega y su esposa, la «Señora Copresidenta», para entender el odio terrible y el salvajismo que los caracteriza a ambos.
Trágicamente, Nicaragua es el país más pobre del América Latina, increíblemente junto con Haití.
¿Tenemos que prepararnos para eso con la dictadura mexicana que está construyendo el aparato de Andrés Manuel López Obrador?