Al presidente Trump le han renunciado varios miembros de su equipo, las secretarias de Educación y de Transporte, entre otros, dejándolo con pocos de un gabinete inestable por sus múltiples variaciones en el cuatrienio. A pocos días de entregar el cargo, en medio de serias acusaciones y advertencias de desalojarlo de la presidencia, Trump se asemeja a un general derrotado abandonado por su tropa y a punto de ser degradado. No está del todo solo, sin embargo, lo acompaña en su sentimiento el presidente de México, quien celebra su desfasado gesto de ofrecer una “transición pacífica del poder”, cuando hace apenas tres días arengaba a sus seguidores abordar al Capitolio y había diseñado un plan para evitar la certificación de Biden como presidente. Pero la solidaridad del mexicano va más allá, al condenar la censura contra Trump para no usar las plataformas de Facebook y Twitter. Y si ha sido generoso con Assange ofreciéndole asilo en México ¿por qué no a Trump?