Agencias/Sociedad 3.0
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha acusado a los países ricos de «nacionalismo de vacunas». Según el jefe de la ONU, en la lucha por la compra de los fármacos contra el coronavirus, esos Estados ignoraron las necesidades de las naciones menos desarrolladas.
En ese sentido, la pandemia de covid-19 «ha puesto de relieve graves lagunas en la cooperación y la solidaridad mundiales», aseveró Guterres durante el 75.º aniversario de la primera reunión de la Asamblea General de la ONU.
«Hemos visto esto más recientemente en el nacionalismo de vacunas, ya que algunos países ricos compiten para comprar vacunas para su propia gente, sin tener en cuenta a los pobres del mundo», destacó el secretario general.
Asimismo, Guterres señaló que la actual situación ha tenido «un impacto desproporcionado y terrible en los pobres y desposeídos, las personas mayores y los niños, las personas con discapacidades y las minorías de todo tipo».
«[La pandemia] ha empujado a 88 millones de personas a la pobreza y ha puesto a más de 270 millones en riesgo de inseguridad alimentaria aguda. La interrupción de la educación afectará a millones de niños durante toda su vida. Millones de mujeres han quedado atrapadas en casa con sus abusadores y los avances en la igualdad de género se han revertido», lamentó el jefe de la ONU.
Para hacer frente a las profundas fragilidades de nuestro mundo, revelados por la pandemia, «debemos reducir la desigualdad y la injusticia y fortalecer los lazos de apoyo mutuo y confianza», sugirió el alto funcionario.
«A nivel internacional, he pedido un nuevo acuerdo global. El poder, los recursos y las oportunidades deben administrarse mejor y compartirse de manera más equitativa. Los países en desarrollo deben tener un papel proporcionado y más relevancia en las instituciones globales», concluyó Guterres.