Dice el presidente López Obrador que aspira a ser considerado como “el presidente de la salud”, votamos porque lo consiga, y sin duda millones de mexicanos así lo catalogarían, pero… El Sector Salud mexicano vive sus días más difíciles, desde que los gobiernos emanados de la Revolución comenzaron a estructurarlo con la creación del Seguro Social, del ISSSTE, los Institutos de Especialidades Médicas, que se encuentran entre los mejores del mundo, cientos de hospitales y miles de Centros de Salud esparcidos por todo el territorio nacional. Desde el inicio de su administración el presidente ofreció elevar los servicios de salud a los niveles de “Canadá o los Países Bajos”, para conseguir ese propósito dio el primer paso creando el INSABI, aunque con tan mal tino que aún no se le ve ni pies ni cabeza. También ofreció abasto permanente de medicinas, pero en los dos primeros años de su gestión el desabasto de medicinas e insumos médicos ha sido una constante, y para el tercero el diagnostico no mejora; otorgar base a 85 mil médicos, es otro de sus ofrecimientos. Por si fuera poco, la estrategia contra la pandemia sanitaria ha sido un lamentable fracaso y miles de defunciones configuran un expediente cargado de decisiones erróneas, y para acabarla, el programa de vacunación no camina al paso requerido y expele un fuerte tufo electoral.