jueves, diciembre 19, 2024

Pemex y la soberanía

Pobres suizos, no tienen un litro de petróleo en su subsuelo y ni un metro de soleada playa para ser felices y soberanos, y sin embargo, son mucho mas felices, prósperos y soberanos que nosotros, seguramente algo deben estar haciendo bien.

Suiza es un muy pequeño país en el centro de Europa, no tiene acceso al mar y su territorio no es un catalogo de recursos naturales, por el contrario, es en extremo montañoso y tiene un clima poco afortunado, puede ser que su única ventaja es estar justo en un nodo de comunicaciones en el continente europeo. Probablemente, si por recursos naturales midiéramos la riqueza de las naciones, Suiza sería de los más pobres, pero insisto, algo deben estar haciendo bien.

No tienen una empresa estatal como Pemex, por lo que entiendo que la soberanía suiza no la conciben en el petróleo, deben centrarla en otra cosa, en algo mucho más importante que eso. Puede ser que tengan la idea equivocada que la soberanía son los ciudadanos bien educados, con buena salud y con libertades respetadas.

Nosotros en México tenemos claro que el petróleo es lo más importante que tenemos, estamos dispuestos a sacrificar nuestra salud y dejar a un lado la educación de nuestros niños y niñas con tal de tener un Pemex que nos haga soberanos, no importa dejar de invertir en salud y educación y dedicar miles de millones de dólares en la empresa que Tata Cárdenas nos legó.

Los suizos invirtieron 10 mil millones de dólares en el mayor proyecto científico y la máquina más grande y compleja construida por el hombre hasta el momento, el Gran Colisionador de Hadrones. Posiblemente sea dinero tirado a la basura, solo se trata de un centro de investigación donde colisionan diminutas partículas a casi la velocidad de la luz y de esa colisión se desprenden otras partículas que explican mucho del origen del universo. Nada en especial, solo están comprendiendo como funciona el universo.

De esas investigaciones se desarrollará mucha de la tecnología de los próximos cien años, posiblemente una parte muy importante de la riqueza que se genere en el mundo en las siguientes décadas tendrá su origen en la ciencia que en estos momentos se hace en ese centro de investigación, pero por ahora esos 10 mil millones de dólares solo es dinero gastado en ver como chocan partículas unas con otras.

Nosotros en México tenemos Pemex, una empresa de todos los mexicanos, que en el 2020 perdió 40 mil millones de dólares y el 2019 una cifra parecida. Esta empresa que es de todos, produce petróleo y refina gasolinas, lo hace muy mal y muy caro, todos tenemos que pagar su enorme ineficiencia, corrupción y deficiencia tecnológica.

Pero Pemex representa nuestra soberanía, esa que no tienen los suizos, nos cuesta al año miles de millones de dólares, los gastamos en mantener una empresa con una tecnología del siglo XX, un modelo energético contaminante que en los próximos años será cosa del pasado. Ahí ya no hay dinero ni lo habrá en el futuro, solo son fierros oxidados, literal y figuradamente, pero nos enseñaron a venerar el petróleo como nuestra esencia nacional y nuestro mayor legado.

Lo que perdió Pemex es igual a construir 4 colisionadores como el que construyeron los suizos, estos solamente pudieron construir uno, pero este hará que Suiza sea en los próximos años un país mucho más rico y próspero, nosotros en cambio, seremos mucho más pobres. No hemos entendido la importancia de invertir en el conocimiento, seguimos venerando el chapopote y los suizos están con todo invirtiendo en ciencia y tecnología. La diferencia, el chapopote tarde o temprano se acabará, el conocimiento nunca.

¿Por cierto, sabían que la reforma eléctrica aprobada hace unos días por los senadores se realizó para poder quemar combustóleo, un producto que es el residuo con alto contenido de azufre que queda de la refinación del petróleo y que por normatividades ambientales internacionales es cada día más difícil colocarlo en los mercados mundiales? 

Así es, nuestro país quemará combustóleo altamente contaminante y muy dañino para la salud y el medio ambiente, para que Pemex se lo pueda vender a la CFE y así ser cada día más soberanos.

Soberanamente idiotas.

Eso sin contar que nos dimos el gusto de tirar a la basura más de 100 mil millones de dólares en cancelar un aeropuerto.

Jorge Flores Martínez

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