Con el registro de su candidatura se cierra un capítulo del sui géneris caso de un político ubicado en la picota de la opinión pública como violento y violador de mujeres, a juzgar por las demandas presentadas en su contra; en circunstancias diferentes a las actuales quizás otra hubiera sido la trayectoria de su aspiración a la candidatura al gobierno de su estado por el partido oficial, pero igual a como sucedía con los “conservadores”, Félix Salgado Macedonio cuenta con la bendición presidencial, condición determinantemente favorable para su candidatura. Ahora, Salgado se muestra víctima de “un linchamiento político y mediático sin precedente en la historia de México, auspiciado y patrocinado por poderes fácticos e intereses oscuros, cuya principal obsesión es evitar el avance de la 4T”. Ciertamente caso insólito, porque, además de demostrar la firmeza de quien lo apoya, pondrá a prueba la movilización electoral de sus opositores para aprovechar a su favor “el linchamiento mediático”. También en qué medida impactó en el ciudadano “de a pie” y, además, aportará valiosos elementos para medir la capacidad de discernimiento político-electoral de la ciudadanía en Guerrero. Caso interesante, sin duda.