Es lógico suponer que el presidente del Tribunal Electoral, señalado por su obsecuencia hacia los dictados desde el poder, difirió la votación del expediente de Salgado Macedonio originalmente agendado para el viernes pasado y trasladado para el martes próximo, para darle concederle audiencia con magistrados de ese Tribunal a las 11 horas de mañana lunes. Sin embargo, debe reconocerse el derecho de “el Toro” a ser oído y así será en esa audiencia. Tal es la última instancia y oportunidad del aspirante a gobernar Guerrero, cuyo afán zoófilo lo induce a calificarse como “Toro” y a sus seguidores exclama ¡Ánimo! ¡Hay Toro! Calidad esta última que también podría perder, en caso de “dejar los pelos en la cerca”, porque, dicen en el llano, cuando eso ocurre pierde lo que distingue al toro del buey, aunque de esto último Salgado Macedonio no tiene ni una pizca.