Línea Política
Agustín Contreras Stein
11 de junio del 2021
LO QUE fue un triunfo anunciado desde hace varios meses, cuando se supo que el Senador de la República, con licencia, Ricardo Ahued Bardahuill, vendría a Xalapa, para competir nuevamente por la alcaldía jalapeña, esta semana que culmina, tuvo su final definitivo, cuando las autoridades electorales del Estado de Veracruz, le hicieron entrega de la constancia que lo acredita como Presidente Municipal, electo para el periodo dos mil veintidós, dos mil veinticinco, concluyendo, de esta manera, toda la serie de especulaciones que se vinieron haciendo respecto de su participación en este proceso electoral, luego de tener, en el altiplano, la mejor plataforma política para lo que se supone, viene en su favor, en la próxima sucesión gubernamental en Veracruz.
Como alcalde, ya se ha comentado mucho, Ahued, tendrá también la oportunidad de estar cerca de los ciudadanos veracruzanos, ya que a raíz de su llegada a esta capital, como candidato a la presidencia municipal, despertó aún más la atención de propios y extraños, en virtud de que desde hace mucho tiempo ya se le considera como uno de los grandes protagonistas en la lucha por la posición política que hoy ostenta el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Los tiempos políticos serán medidos desde ahora con gran meticulosidad, toda vez, que faltando un aproximado de tres años para que llegue el momento de las grandes decisiones políticas, el empresario de Xalapa, será punto de referencia permanente para este suceso político que los veracruzanos, aunque no lo parezca, esperan con ansiedad. Las razones, sobra comentarlas.
Que se sepa, hasta esos instantes de la vida política de Veracruz, no existe un candidato fuerte y seguro que pudiera disputarle a Ricardo Ahued Bardahuill, la candidatura a la gubernatura del Estado, aunque haya quienes afirmen que sus enemigos dentro del partido Morena, ya le están construyendo los obstáculos necesarios para impedirle el paso, pues todo indica que en Palacio de Gobierno, hay otros intereses políticos que de ninguna manera están a su favor, sino al contrario, habrán de pretender descarrilarlo y ponerlo fuera de combate para darle paso a otra opción. Este será el gran escenario que se muestre para la lucha interna del partido donde todavía se le considera un invitado, pero no un militante, cuestión que en cierta forma, a sus enemigos, les está provocando mucho escozor.
Por lo pronto, la primera prueba que debía resolver Ahued, ya está superada.
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HÉCTOR YUNES, ¿AMARRA SU FUTURO?
TODO PARECE INDICAR que el también “choleño”, Héctor Yunes Landa, está logrando su objetivo de formar parte de la futura legislatura local, luego de que en el reparto de posiciones plurinominales, el tricolor, alcanza tres curules, por lo se estaría colando para amarrar una plataforma política que lo estaría impulsando para entrar, nuevamente, en la pelea por la candidatura a la gubernatura del Estado, cuestión que se ve lejana, pero no imposible, considerando que ya tiene suficiente experiencia para salirse con la suya.
De Héctor Yunes, se ha dicho en los últimos tiempos, que sigue pensando en llegar a Palacio de gobierno, en calidad de Jefe del Poder Ejecutivo, insistiendo en esta posición, al grado de que podría haberse convertido ya en una mera obsesión, después de haber protagonizado momentos estelares de cuando el PRI, tuvo que seleccionar candidato en las dos últimas ocasiones.
Primero tuvo la oportunidad y fue con el consenso de los grupos políticos que en su momento deseaban lanzar a Pepe Yunes, quienes, finalmente, lo avalaron, pero no pudo con el retorcido colmillo de su primo, Miguel Ángel Yunes Linares, quedándose atrás en la vereda política que conducía a la gubernatura de dos años.
Hoy, con la diputación local, vuelve a tener presencia, aunque es posible que dentro del tricolor, ya se esté pensando seriamente en la próxima jugada, que sin duda, estará fijada en Pepe Yunes, quien, por diversas razones, se ha quedado con sus derechos a salvo.
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PARA EFECTOS POLÍTICOS, LA SUCESIÓN ESTÁ EN PUERTA
CIERTO QUE EL DOS MIL VEINTICUATRO, será un año de gran importancia, políticamente hablando, porque se habrán de elegir, tanto al Gobernador del Estado de Veracruz, como al Presidente de la República.
Sin pensar, por ahora, en la sucesión presidencial, los veracruzanos, ya tienen en la mira este proceso electoral, porque se estará eligiendo al futuro Gobernador del Estado, que quiérase o no, es un punto de atención política, que sin duda, ya muchos nativos de esta entidad, quisieran que fuera ahora.
Pero no, para eso es necesario que pase el tiempo necesario y que conforme al mismo, se tengan que cumplir todos los protocolos políticos que comienzan en la lucha interna de cada partido que habrá de lanzar a sus propios candidatos.
En este sentido, por ahora, definidos, parecen perfilarse dos personajes de los cuales ya hemos hablado mucho, pero que seguirán siendo parte de todos los comentarios diarios que se generarán en la política de Veracruz. Solamente hay que estar atentos a ellos y no perderlos de vista. Uno es el alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuill, y el otro, el diputado federal electo, Pepe Yunes. Ambos personajes ya se encuentran inscritos en el marco político de la entidad, que poco a poco a poco, se va conformando con la participación de la opinión pública.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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