¡Aleluya! Mientras en Nueva York, Juan Ramón de la Fuente, nuestro representante en la ONU, pidió detener la invasión de Rusia a Ucrania y “detener la crisis humanitaria”, en la capital mexicana, en el salón de Comisiones de la Cámara de diputados federales, la bancada del PT y de MORENA, incluido el priista Augusto Gómez Villanueva, integraron el Grupo de Amistad México- Rusia” y con tal fundamento invitaron al embajador ruso Viktor Koronelli quien ante oídos obsecuentes no desaprovechó la ocasión para “explicar” la confrontación de su país con Ucrania con un discurso cuyo contenido ofende a la inteligencia más obtusa: Rusia no empezó la guerra, la está terminando” para un proceso de “desnazificación. Sin embargo, elude hablar de los millones de desplazados ucranianos que huyen del terror de la guerra, tampoco de las ciudades arrasadas ni del bombardeo ruso a población civil, obviamente de los allí presentes a nadie se le ocurrió preguntar por esos “pequeños” detalles. Pero, así se estila cuando por medio de discursos se intenta encubrir una realidad cuya obviedad no permite discusión, excepto para quienes quieren oír lo que a su ideología conviene. Y mientras, “haya sido como haya sido”, el mundo sigue su marcha.