Tras una larga dolencia orgánica, el contador Víctor Manuel Lezama ha dejado su existencia física para traspasar el umbral de lo desconocido donde, ya sin el lastre de sus dolencias físicas que llevó con ejemplar templanza, seguramente encontrará el reposo eterno. Será recordado como un buen amigo de comprobada bonhomía que se adelantó en el camino y ya descansa en paz. A sus seres cercanos más queridos nuestro solidario pésame.