Política Cero
migui refifí, date cuenta. Es tiempo de que el sector opositors, que ha encadenado interminables eslabones de derrotas, sepa que solo le queda un camino para sacar al PRIANChu de la barranca: despedir a su capitán, Claudio XXX González, y mandarlo a los confines de ninguna parte. Alguien dirá con no poca angustia, “Es el dueño del changarro, no lo podemos correr”; no a menos que quieran acabar en un agujero profundo y negro como su suerte por seguir a un capitán que es adicto a los icebergs y que se solaza chocando con ellos.
Primero se compró los partidos políticos más chafas que encontró con los líderes partidistas más guangos de la comarca. Y luego se mantuvo rodeado por el mismo personal que, en el 2018, lo único que hizo fue ayudar a que López Obrador llegara a la Presidencia. Cualquier otro magnate ya hubiera corrido a todos, o ¿a poco creen que con tan raquíticos resultados Elon Musk hubiera mantenido en la nómica a Kike Krauze, Markitititititito Cortés, Zambranititititito, Dantitititititito y Alitititititito Moreno? Pues claro que no, al menor error –y estos llevan un bonche—los hubiera puesto de patitas en la calle.
Es claro que el verdadero problema no son el ChikiliQuadri, Calderón y la Zavala; bueno, sí lo son pero más mi Claudito XXX que ni siquiera es capaz de armar un buen compló, pues le salen pior que los de Salinas y el subjefe Diego. Digo, cuando tu máxima aportación para tirar a la Cuatroté es mandar a todos tus buitres a atacar al hijo menor de López Obrador con fotos falsas y lamentos de señoras copetudas de la Liga de la decencia (a todos esos ñora y ñores perfectirijillos los he visto hacer perros osos de campeonato, el ridi en el ridi, y se ponen flamencos por un chico echando humo), pues estás muy dañado. Y ya cuando a través de sus testaferros le quieres echar la culpa a AMLO hasta del advenimiento de Thanos, es que es tiempo de retirarte a vender papel de baño. Y peor cuando mandas a hacer una manta con la foto de todos los traidores que no quieren que les digan traidores a la patria. Es que, de plano, ahí sí que aplicaba la máxima de Marx, Groucho Marx para que no se me espanten: “Nunca aceptaría pertenecer a un club que admita a gente como yo entre sus miembros”.
Digo, si sus empleados no se atreven, por lo menos Claudio X, su padre, debería de regañar a Claudio XXX por tropezarse siempre con las mismas piedras.
Como diría Trump, ya díganle “You’re fired” a Claudio XXX.