Agencias/Sociedad 3.0
El colectivo artístico ruso ‘Pussy Riot’ se convirtió en un fenómeno mundial cuando en el año 2012 sus integrantes fueran detenidas y encarceladas durante 18 meses por cantar una canción llamada “Holy shit” contra el presidente ruso Vladimir Putin en una Iglesia en Moscú.
Esa acción las llevó a convertirse en un icono feminista, pero también en un grupo de denuncia frente a la censura, la violencia y la corrupción. El trabajo de estas mujeres puso en jaque al gobierno de Putin de entonces, y ahora buscan ayudar a los que están masacrando.
Se trata de una agrupación de punk-rock, que pone en escena actuaciones de provocación política, sobre temas como los derechos LGTB, el feminismo, la situación de la libertad de expresión, etc.
¿Quiénes son las Pussy Riot?
Las integrantes de Pussy Riot son Maria Aliójina, Yekaterina Samutsévich y Nadezhada Tolokónnikova, quienes ahora representan un movimiento contra la censura, violencia y corrupción en Rusia.
Maria Aliójina, 24 años, era estudiante del cuarto año de periodismo en Moscú. Fue voluntaria y activista con Greenpeace Rusia y tiene un hijo. Desempeñó un papel activo durante el juicio: repreguntando a los testigos y cuestionando agresivamente la naturaleza de los cargos y del procedimiento.
Por su parte, Yekaterina Samutsévich, de 30 años,estudió ingeniería en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Energía de Moscú y es una activista LGBTTQ+. Titulada asimismo en fotografía y multimedia. Al juicio asistió su padre Stanislav Samutséich.
Y finalmente, Nadezhda Tolokónnikova, de 24 años, era una estudiante de Filosofía en la Universidad Estatal de Moscú, con una historia de activismo político con el grupo de arte en la calle Voiná. Está casada con Piotr Verzílov y tiene una hija de 4 años.
Nadezhada Tolokónnikova es la fundadora del colectivo Pussy Riot, y desde entonces continúan luchando contra las injusticias que proliferan en Rusia y que han salido a la luz de nueva cuenta por la invasión a Ucrania.
Hasta ahora, ha logrado recaudar cerca de 6,5 millones de euros en concepto de criptomonedas por medio de una subasta de un NFT de la bandera de Ucrania, para apoyar a dicho país de la invación rusa.