Estados Unidos anunció el martes que flexibilizará de manera limitada algunas sanciones contra Venezuela con el fin de promover el diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición apoyada por Washington para superar la crisis política, económica y humanitaria en el país.
«Estados Unidos está tomando una serie de medidas a pedido del gobierno interino de Venezuela y la plataforma Unidad de partidos de oposición que negocian con el régimen venezolano, para respaldar su decisión de regresar a la mesa de negociaciones en Ciudad de México», dijo a periodistas un alto funcionario estadunidense.
Los cambios limitados permitirán a Chevron Corp. negociar su licencia con la petrolera estatal PDVSA, pero no perforar ni exportar petróleo de origen venezolano, dijeron el lunes a The Associated Press dos altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no se ha hecho el anuncio formal.
Además, Carlos Erik Malpica Flores —exalto funcionario de PDVSA y sobrino de la primera dama de Venezuela— será eliminado de una lista de personas sancionadas, dijeron los oficiales.
Las medidas siguen a los gestos de buena voluntad de Maduro después de reunirse en marzo con representantes de la administración del presidente Joe Biden y una reunión reciente en Centroamérica entre funcionarios estadounidenses y la destacada coalición opositora Plataforma Unitaria para discutir un camino a seguir.
“Son cosas que la Plataforma Unitaria negoció y nos vino a pedir que las hiciéramos para poder volver a la mesa de negociación”, dijo uno de los funcionarios.
Decenas de venezolanos, incluido el fiscal general del país y el jefe del sistema penitenciario, y más de 140 entidades, entre ellas el Banco Central de Venezuela, seguirán sancionadas. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos continuará prohibiendo las transacciones con el gobierno venezolano y PDVSA dentro de los mercados financieros estadounidenses.
El propio Maduro está bajo acusación en Estados Unidos por conspirar para “inundar Estados Unidos con cocaína” y utilizar el narcotráfico como “arma contra Estados Unidos”.
El gobierno de Venezuela suspendió las conversaciones con la oposición en octubre luego de la extradición a Estados Unidos de un aliado clave de Maduro por cargos de lavado de dinero. Maduro en ese momento condicionó su regreso a la mesa de negociaciones a la liberación del empresario Alex Saab, quien fue extraditado desde la nación africana de Cabo Verde.
Las negociaciones se llevaron a cabo en Ciudad de México lideradas por diplomáticos noruegos. Se esperaba que el gobierno venezolano y la oposición anunciaran el martes la reanudación del diálogo.