O P I N I O N
Por Mario Javier Sánchez de la Torre
Todas las inconformidades que pueden presentarse entre los integrantes de cualquier partido político, deben considerarse como parte intrínseca de este, de no ser así, el organismo en cuestión sería solamente un grupo manipulado para la obtención de determinados fines.
Por esta y otras causas, lo sucedido el pasado sábado en 16 de los 20 estados del país en donde el llamado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), trato de efectuar la elección de sus consejeros distritales para el Congreso Nacional que se efectuará en septiembre, no debe extrañar a nadie.
Ya que en cualquier proceso interno de todo partido político que se jacte de ser democrático, al llevar a cabo un proceso de selección como del del sábado pasado intentó Morena, los ánimos de la militancia y en este caso también de los acarreados se enardecieron.
Calentura política que en el caso que nos ocupa, se debió no solamente a cuestiones de diferencias entre partidarios de contrincantes en el proceso, sino lamentablemente, a cuestiones de una serie de irregularidades, que van desde las violaciones a los estatutos de Morena, por los propios integrantes de la dirigencia de Morena, hasta la descarada compra de votos entre los militantes y acarreados.
Lo citado es del conocimiento nacional, está en video en todas las redes sociales y noticiarios de medios electrónicos e internet, por lo que no se puede negar.
Siendo que la más grave violación que los organizadores de la elección cometieron fue el permitir que votaran personas no militantes de Morena, violando flagrantemente sus estatutos. Acción que trataron de disfrazar, afiliando en forma inmediata a cualquier persona que invitaran (acarreados) a votar y se comprometiera a hacerlo, por quien le indicaban.
Entre el numeroso grupo de invitados de Morena a votar (acarreados), están: beneficiarios de programas sociales, becarios y todo tipo de persona que tenga algún compromiso con el gobierno de la llamada cuarta transformación (4T).
De la “elección” del pasado sábado, supuestamente debieron haberse elegido 1630 de los 3000 consejeros que participaran en el Congreso Nacional de septiembre. Siendo que el supuestamente se debe, a qué hasta el momento, no es oficial, pero hay muy fuertes rumores que el proceso en Veracruz y Oaxaca, por la gran cantidad de irregularidades pudiera llegar a cancelarse. Lo que sería de gravedad, ya que en septiembre se llevará a cabo la elección del Consejo General Nacional y de la Dirigencia, que serán los organismos encargados de efectuar las elecciones del 2023 y del 2024, incluyendo lo correspondiente a la Presidencia de la República.
Por lo que se aprecia en lo citado, va a ser muy difícil que el inepto dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, logre su objetivo de permanecer en el cargo hasta el 2024, después de lo sucedido durante le pasado fin de semana, pero dentro de ese organismo electoral, como se pudo apreciar todo puede suceder. Así como también, que después de esta muestra de organización de elecciones internas, queda más que claro, que sería un desastre para el país, la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE) y que los integrantes de la llamada 4T, trataran de organizar un proceso electoral municipal, estatal y no se diga nacional. Ya que con uno interno no pueden. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com (Fech. Púb. Lun. 1-agosto-22)