En el juego de conjeturas, medias verdades, engaños y sospechas en que se han convertido las sociedades modernas y los gobiernos actuales, hay cosas que sin embargo funcionan como deben ser, a pesar de los pesares.
Es el caso de muchas mujeres funcionarias que son más honradas que los hombres, de jueces justos (si me permiten la redundancia obligada) que no se venden, de luchadores sociales que nos hacen creer en la bondad intrínseca de la naturaleza humana, de poetas y artistas que proclaman su verdad, de maestros con vocación de enseñar bien.
Por eso también hay empresas que cumplen su función con honestidad. Y me quiero referir a las casas encuestadoras que realizan consultas y estudios de opinión siguiendo los cánones de la ciencia estadística y ofreciendo sus resultados sin maquillajes ni componendas.
Porque las hay.
Y se puede comprobar la verdad de sus estudios porque para eso existen métodos matemáticos, algoritmos pueden determinar si una encuesta fue inventada o no, si fue cuchareada o no, si se apega a la realidad o no.
Bueno, pues una de esas empresas certificadas -cuyo nombre omito porque ha pedido su secrecía- realizó un muestreo lo suficientemente extenso entre los pobladores de Veracruz. Su objetivo fue determinar bien a bien cómo va el asunto de las preferencias y las simpatías de los ciudadanos de la entidad hacia los personajes -mujeres y hombres destacados en lo público- que están en lo que se considera el universo del discurso de los posibles aspirantes y candidatos a los puestos de elección que se dirimirán en 2024. Es decir, las 30 diputaciones locales y las 19 federales uninominales, las 30 pluris de la Legislatura y las probables cinco o diez del Congreso de la Unión, las dos o tres o cuatro senadurías, y la gubernatura… ah, la ansiada gubernatura.
De esa consulta a los ciudadanos salieron sorpresas insospechadas, tanto en el lado del partido oficial y sus aliados, como en la cancha de los partidos de oposición.
De estos últimos, sobresalen en el PAN Fernando Yunes Márquez en primer lugar y Julen Rementería cerca de ocho puntos atrás (Miguel Ángel, el hermano mayor, se ha quedado atrás y hasta le adelanta su propia esposa, Patricia Lobeira).
En Movimiento Ciudadano, la figura señera es Dante Delgado Rannauro. No hay otro como él, ni siquiera el mártir José Manuel del Río Virgen.
En el PRI se ha levantado la figura valiente de Pepe Yunes Zorrilla, que como diputado federal ha votado en contra de la línea de Alito Moreno marcada por AMLO, y permanece Héctor Yunes Landa a fuerza de tozudez y movilidad, junto con la promesa anhelada que es Juan Manuel Diez Francos, el extraordinario alcalde que ha transformado Orizaba, para ejemplo nacional e internacional.
El PRD no tiene ninguna figura preeminente.
Pero en Morena…