Dicen las malas lenguas que Miguel Ángel Mancera (bueno, ya nadie se acuerda de él pero alguna vez desgobernó a las Ciudad de México) tenía un centro de recontra espionaje que hubieran querido Maxwell Smart y Roy Dinamo, destinado a husmear en las vidas de sus enemigos políticos como Marchelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, López Obrador y hasta su compadre Ricardo Monreal, aunque en este caso se debía a que no cantaba mal las raperas. Un noble esfuerzo que ya las autoridades estaban investigando y que ahora encontró un momento álgido con el apañón de varios ex funcionarios manceristas que tenían su propio Pegasus, operado, cuentan, por el operador favorito de Mancera, el muy torcido Héctor Serrano, la mano que movía la cuna de las cosas más siniestras en esa administración y al que podemos recordar por su bigotito estilo Boris Malosnov y que ahora está metido en el gobierno de los ninis verdes en San Luis Potosí. A mí no me consta pero eso dicen las lenguas viperinas, que ya saben cómo son de insidiosas y bien quién sabe cómo.
A mí lo que me sorprende no es que se hagan estas cosas (de hecho ya he contado que, debido a mi educación y también por si las moscas, siempre que hablo por teléfono saludo a los del Cisen, a García Luna Productions, al expresichente Calderón y a Mancera para no ser grosero), lo que me saca de onda es que todos esos recursos públicos invertidos en el espionaje no haya redituado nada de nada y, a pesar de las ventajas tecnológicas disponibles, nomás no pudieron recolectar nada que les sirviera para acabar con sus rivales y destruir sus carreras. O sea que, para variar, todo resultó una pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo, de demostración de incompetencia y de profunda estulticia. Algo que te dota un desprestigio casi al nivel de un RT de los Paleros de Alazraki y los Paleros de Cheridam, no se diga un Like de Zambranititito, Acostita Naranjito, Chuchito Orteguita, Alito o Markititito Cortés. Algo que solo puede competir con los tuits del ChikiliQuadri poniéndose como Fox imitando al ChikiliQuadri.
Aunque suena un poco deprimente, Mancera no debería sentirse tan mal por todo lo que ha revelado la Fiscalía de la Ciudad de México sobre los zapatófonos de sus funcionarios. Claudio XXX ha invertido mucho más en el PRIANChu, el Grupo Plural y demás rémoras políticas y los resultados han sido fundamentalmente para su causa: decepcionantes, erráticos y del nabo.
Jairo Calixto Albarrán