jueves, noviembre 7, 2024

No hay dos!…

Seguro que en alguna ocasión he comentado con mis tres amables lectores -y un 4º que en veces se suma y que se identifica como D’artagnan; tal vez por la novela de Alejandro Dumas (1802 – 1870)- que los burros son animales muy inteligentes…

De tal suerte, que, si a una manada de caballos les apostas un burro, al rato todos van a seguir al paciente jumento.  Como los borregos, que en manada siguen a quien lleva el cencerro.  Por lo que no puedo llamar burros a quienes solo escuchan el sonar de la campana y ciegamente lo siguen…

Mejor, respetuosamente, esos sí, nos referiremos a ellos como le hacen los religiosos que llaman ovejas a sus seguidores.  Lo de borregada les queda muy bien…

Porque no se entiende que no se quieran dar cuenta del show de la democracia, pintada de demagogia y dictadura.  Y de la clase de fantoches -burdos actores de carpa- que son quienes gobiernan…

El que la señora Sheinbaum ¡se haya subido al Metro! -con seguro de vida ¡claro!- para la reinauguración de la L-12 y luego al vagón que iba más lleno, donde casualmente en ese mismo vagón iba, nada más, ni nada menos que ¡Israel de Iztapalapa!…

Un individuo de esos que se gana la vida con una guitarra; pero no les permiten subir al Metro -pero él escondió la guitarra y debe de haberse colado- ya que, con lira en mano, echó sus acordes y le cantó a la corcholata “Ni tú ni nadie”.  ¡Ajúa!…

Pero ya metida de lleno en el personaje que vela por la seguridad de la Ciudad que gobierna y se mezcla con el pueblo, también le gorgoreó y se aventó una de Luis Miguel “Te necesito” -dicen que dedicada a los pobres; pal voto ¡claro!- y como los aplausos a su métrico debut como solista no cesaban –Luciano Pavarotti en Las Vegas habría palidecido de envidia- destrozó otras más…

Pero mientras la “improvisada” cantada de alto nivel en la L-12; en la L-7, cuando pasaba por la estación Polanco, se separaron los vagones y hubo necesidad de desalojar a los pasajeros. 

Pero el Director General del Metro, Guillermo Calderón, declaró que “la separación de vagones fue una situación atípica”.  Y tan tan.  A pesar de que todo indica que fue otro sabotaje que hace pensar en la mafia rusa.

Pero eso no es todo…

La magistrada plagista, o sea, la Yasmín Esquivel, apoyada incondicionalmente por AMLO no sólo no ha renunciado, sino que cabildeó, o sea, cayó en tráfico de influencias para que Estela Fuentes, su amiga del alma, fuera nombrada como Presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa de la CDMX, cargo que ella misma ocupara antes de ser nombrada Ministra de la SCJN.

Y hay más…

Delfina Gómez, la otrora Secretaria de Educación Pública y probada delincuente que, a pesar de ser descubierta y exhibida, no fue juzgada porque no se benefició directamente del dinero que les robó a sus empleados cuando fue Alcaldesa de Texcoco -según declaró la corrupta justicia al servicio del no menos corrupto paracaidista de Palacio-…

Dio inicio a su campaña hacia la gubernatura del Estado de México y todavía tuvo el cinismo de decir que “buscará acabar con la corrupción -sin que se entienda que se va a suicidar- y transformar al Estado…

Y más…

Ricardo Mejía Berdeja, quien acaba de dejar la subsecretaría de Seguridad Federal para irse de candidato a la gubernatura de Coahuila por el PT, dejó a Morena.  Lo que hace recordar las palabras del terrible Armand Jean du Fronsac más conocido como el Cardenal y duque de Richelieu (1585 – 1642) “La lealtad es simplemente una cuestión de fechas”…

Pero sin duda que dejó una escuela que probablemente sigan algunos conocidos personajes de la actualidad, pues también dijo: “Dadme dos líneas escritas de su puño y letra por el hombre más honrado, y encontraré en ellas motivo para hacerlo encarcelar”…

Pero esas son cosas que solo pueden pasar aquí y que nos hacen expresar que cómo México, ¡No hay dos!

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.   

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