Don José Ortega y Gasset, un clásico

De don José Ortega y Gasset lo más difundido en círculos del café es su frase “soy yo y mis circunstancias”, en su filosofía de la vida el centro lo ocupa la visión individualista, particular de cada uno, respecto del conjunto social, lo llamó perspectivismo. Pero, para no incursionar en presunciones académicas, para lectura de sábado de gloria, aquí insertamos una breve narrativa acerca de la opinión de este gran filosofo español respecto al...
sábado, abril 19, 2025
Xalapa
algo de nubes
16.6 ° C
16.6 °
16.6 °
84 %
1.5kmh
23 %
Sáb
29 °
Dom
29 °
Lun
23 °
Mar
25 °
Mié
27 °

Otra catástrofe. ¿De veras quieren destruir a México?

Sorprende muchísimo que la presidente Sheimbaum reconozca un error, en la misma tesitura que su mentor y jefe político, ya que ambos no se equivocan y son dueños de la verdad. Por eso se encendieron las alarmas cuando la doctora aceptó que su gobierno compró medicamentos con un sobreprecio de 13 mil millones de pesos. A estos nuevos ladronazos no se les procesó, no se les detuvo. Sólo "se les removió". Los de cuarta creen que estamos acostumbrados, que las cifras pierden importancia y que ellos son inmunes, hagan...

Chistes actuales

En memoria de Polo Polo, quien vivió toda su vida

de contar cuentos, como otros que no son cómicos

1.

     —¿Sabes que doña Rocío Nahle, la Secretaria de Energía, acaba de integrar un grupo de especialistas que está trabajando arduamente con miras al compromiso asumido por AMLO de que el 1º de julio de este año saldrá el primer barril de gasolina refinado de Dos Bocas?

     —No me digas. Serán seguramente ingenieros petroleros, físicos, expertos en refinación, contratistas con experiencia en plantas refinadoras…

     —No.

     —Ah, entonces ¿podrán ser nutriólogos, médicos bariatras, fisioterapeutas, psicoterapistas que la pondrán a dieta para que el día de esa fiesta nacional en que saldrá el primer barril de Dos Bocas esté en forma y pase del “outfat” al “outfit”?

     —Tampoco. Lo que están haciendo esos expertos es usar el coco durante la mayor parte de las horas del día y todos los de la semana en busca de un pretexto con que la ingeniera pueda contentar al Patriarca, cuando éste se sulfure en contra de ella, porque su costosa plantita no pudo refinar nada para la fecha prometida.

2.

     —¿Sabías que hay una propuesta para cambiar el nombre de Veracruz?

     —No me digas. ¿Y eso por qué?

     —Pues dicen lo que impulsan esa proposición que como hay una palabra que usan tanto y con tanto gusto los jarochos, sería conveniente agregar una letra “g” entre la “r” y la “a” del nombre.

3.

     Creo que éste era el único chiste de Polo Polo en el que no decía una palaba altisonante:

     Varios astronautas se reúnen en la NASA.

     Un ruso dice:

     —Nosotros enviaremos un cohete a Mercurio, para estudiar la atmósfera de ese planeta.

     El de Estados Unidos afirma:

     —Nosotros colocaremos un radar a la Luna para estudiar el interior de este satélite.

     Y el gallego dice:

     —Pues nosotros mandaremos un cohete al Sol…

     En ese momento todos exclaman:

     —¡Pero el cohete, al acercarse al Sol, se derretirá!

     Y el gallego responde:

     —Bueno, no vamos a ser tan brutos como para ir de día…

4.

     Uno de los chistes que más le gustaba contar al finado comediante era el del BMW (elegí este para reproducirlo porque es uno de los menos pelados que tenía, porque Polo Polo se significó por ser el comediante más grosero del ambiente; no obstante, en la vida cotidiana era el hombre más correcto para hablar y nunca decía malas palabras):

     Una mujer de alta sociedad entra a la agencia de carros BMW. Ve un automóvil que le parece perfecto y se acerca a inspeccionarlo.

     Al agacharse para tocar el interior, se le escapa un pedo bien sonado.

     Muy afligida, voltea nerviosa para ver si alguien notó su pequeño accidente y se encuentra con un vendedor parado allí, al lado suyo.

     —Buenos días, señorita. ¿En qué le puedo ayudar?

     Muy incómoda y disimulando el rubor le pregunta:

     —¿Qué precio tiene este precioso automóvil?

     El vendedor le responde:

     —Mi querida señorita, si se le salió un pedo al tocarlo, se va a cagar cuando le diga el precio.

sglevet@gmail.com

otros columnistas

Vargas Llosa, poeta

Vargas Llosa

El Código Infarto

Rascar

Ceda el paso y sea feliz