miércoles, diciembre 18, 2024

Los calderones sí van a la guerra

Política Cero

Jairo Calixto Albarrán

Ante la terrible y trágica historia de los ciudadanos estadunidenses que perdieron la vida en Tamaulipas, solo cupo la prudencia: un congresista militarista, parche en el ojo y cara de malo, llamado Dan Crenshaw, prácticamente exigía un desembarco en Matamoros como si fuera Normandía o la toma de Bagdad y encabezar una expedición punitiva contra la Dictadura macuspánica. Todo en consonancia con las declaraciones muy morigeradas del ex fiscal del todavía más morigerado Donald Trump, el redneck alfa, que ven en México narcos por ahí, narcos por allá, con una excitación tal que parecía que se hubiera metido una sobredosis de fentanilo.

Esta narrativa profundamente reflexiva y cuajada de sinapsis, fue retomada por la oposición panista-calderonista y opinócratas bajo su férula que, con mucha lucidez como puede verse en los tuits de Markitititito Cortés y de los Jelipillos Calderón, padre e hijo, hijo y padre, con Margarita Zavala incluida, que estaban al borde de enrolarse en la Quinta flota, el Séptimo de caballería y los rangers de Texas. Cabe recordar que esa familia muy normal es tan pacifista que gusta de las narcoguerras, matazones y daños colaterales.

Me imagino que Lozano, el ChikiliQuadri y su chiquillada están desempolvando el uniforme de marines.

Lo curioso es que la ultraderecha gringa, como la ultraderecha panista, que enarbolan este discurso agriamente crítico al “Abrazos no balazos”, olvidan que Calderón es compadre de don Genaro el narco y que del otro lado hay un enorme consumo que no tiene contención, mientras los cárteles que mueven toda esa droga no son combatidos en su territorio como el ultraconservadurismo exige que se ataque en México al crimen organizado.

Así es el alzhéimer selectivo, cualquiera lo puede tener cada diez minutos o cada 10 mil kilómetros.

Están como la ministra muy piñista, Janine Otálora, que anunció la posibilidad de que un héroe de la democracia y de los fideicomisos dudosos, Edmundo Jacobo, regrese a su puesto en el INE, donde de manera muy porfiriana ha despachado desde tiempos inmemoriales. Encomiable lo que hace la Tremenda Corte para no ver llorar a la senadora Patricia Mercado ni a Lorenzo & Cirito, ¡qué bonita es la empatía!

Conozco a los calderonistas, en cualquier momento saldrán a luchar con entusiasmo y a riesgo de su propia vida, por los migrantes mexicanos que todos los días son perseguidos y asesinados en Estados Unidos. 

jairo.calixto@milenio.com

@jairocalixto

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