martes, noviembre 5, 2024

¿Qué dijo?

En su perenne afán de quedar bien con el presidente Andrés Manuel López Obrador, al que le debe lo poco que ha hecho en su carrera política, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez subió ayer en sus redes un “Posicionamiento sobre la iniciativa de la cámara de representantes de los Estados Unidos, relacionada con la autorización del uso de la fuerza militar para combatir, atacar, resistir, apuntar, eliminar y limitar la influencia de cárteles en México.”

     Como se puede deducir a partir de la rimbombante, inútil e ilógica lista de infinitivos que puso el escribiente del texto, el documento cae en el terreno de la pobreza sintáctica y de la ausencia de argumentos serios a que nos tiene acostumbrados la oficina del Gobernador.

     Es conocida la falta de capacidades orales que ha exhibido a lo largo de su sexenio el novel mandatario -que se contrapone sensiblemente a su evidente pericia para bailar ritmos tropicales- y que provoca la pena ajena de sus gobernados siempre que se planta ante un micrófono, pero cualquiera podría pensar que en el terreno de los documentos escritos podría mostrar un mayor rigor, puesto que siempre cabe la posibilidad de que contratara a un redactor más o menos competente.

     O en todo caso, que enviara a sus amanuenses a tomar un curso de redacción de los que ofrece a los empleados la Secretaría de Finanzas de su Gobierno, que aun cuando tienen un nivel muy bajo podrían al menos servir para orientarles por el arduo camino de la prosodia.

     El pronunciamiento, ya lo dije, suena muy rimbombante, pero en realidad no ofrece ninguna idea clara y se pierde en una serie de argumentaciones banales que pretenden ser críticas acerbas en contra de lo que ha propuesto el representante Dan Crenshaw y no termina más que por ser un galimatías sin pies ni cabeza.

     Y encima, el sesudo asesor se confunde y llama “senador” al representante por un distrito de Texas. Como saben todos -menos el empleado de Cuitláhuac-, un representante en Estados Unidos es similar al cargo de diputado en nuestro país, y no tiene nada que ver con la Cámara de enfrente, que es la de Senadores.

     Para que no digan que exagero, pongo algunas perlitas de las que está lleno el famoso pronunciamiento:

     “Denunciamos las pretensiones disfrazadas, no somos ingenuos, del Senador Daniel Crenshaw, de intentar ‘torpedear’ las relaciones diplomáticas propositivas que mantenemos entre México y los Estados Unidos de Norteamérica”. Ah, las relaciones que mantenemos ¡entre! México y los Estados Unidos.

     “Querer culpar a México de fenómenos estadounidenses como el altísimo consumo de drogas en aquel país no resolverá ningún problema.” El consumo de drogas es un “fenómeno”, menos mal.

     “Hemos impulsado acciones de atención a los jóvenes entre los 14 y 18 años con becas universales cuando se integran a una preparatoria, a fin de mantenerlos en las escuelas, motivados a salir adelante estudiando y alejarlos de las conductas antisociales.” Como le decían a Cantinflas, cuando lanzaba sus peroratas vacías de sentido: ¿Qué dijo?

     “En Veracruz, hemos de decir que la atención al problema del narcotráfico es integral, se combate de manera integral”. Todo un diluvio de lexicografía sinonímica.

     O este fragmento que ningún corrector dejaría pasar así de mal escrito: “Si no también Hemos impulsado”.

     Con esos auxiliares, Cuitláhuac no necesita enemigos.

sglevet@gmail.com

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