Cientos de personas que dijeron ser exmilitares y familiares de militares marcharon este domingo en varias ciudades de México en defensa de agentes del Ejército presuntamente implicados en la muerte de cinco jóvenes en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado 26 de febrero.
En Ciudad de México, los manifestantes se movilizaron desde el Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que detrás de esta movilización a favor de militares podría estar detrás la delincuencia organizada.
“Supuestamente es para defender al Ejército, pero no, y que nadie se deje engañar. Eso puede estar inclusive promovido por la misma delincuencia”, indicó López Obrador días atrás.
De acuerdo con las autoridades militares, los soldados dispararon en contra de la camioneta en la que viajaban los jóvenes al escuchar un estruendo, pero activistas difieren en la versión y aseguran que los tripulantes de la unidad no estaban armados y venían de una fiesta y a pesar de ello los militares dispararon.
En Tuxtla Gutiérrez, estado de Chiapas, sureste, Juvenal Arias, un exmilitar quien trabajo en el Ejército por 23 años dijo que los militares “no son delincuentes”.
“Mis compañeros no andan delinquiendo, andan trabajando, porque no actuamos a modo propio, estamos actuando en cumplimiento de órdenes y en representación de una institución la cual nos debe de dar el respaldo”, expuso.
El exmilitar fue parte de un grupo de unas 50 personas entre mujeres, hombres y niños que se concentró frente a la VII Región Militar en Tuxtla Gutiérrez.
En su oportunidad, María de Lourdes Hernández, familiar de exmilitares, también acudió a la manifestación y dijo que “no es posible que en estos momentos haya cuatro militares procesados por defenderse”.
“Se ve a los militares disparando (pero) para defender a sus compañeros que estaban siendo agredidos por delincuentes”, señaló.
Esta es la primera vez que presuntos familiares y exmilitares se organizan para defender a soldados del Ejército mexicano.
En Monterrey, estado de Nuevo León, norte del país, los manifestantes se reunieron afuera de las instalaciones de la Séptima Zona Militar y estuvieron encabezados por Jesús García, un exmilitar que pidió una investigación a fondo de los sucesos.
Además, sostuvo que en los últimos años ya no se respeta la investidura de las fuerzas castrenses sobre todo por la política de “abrazos, no balazos”, impulsada por el presidente López Obrador.
“Al gobierno, primeramente le pedimos que dejé actuar al Ejército, que lo dejé hacer su trabajo, que no lo ate de manos, porque son los que nos protegen, ha habido miles de militares muertos”, expuso.
En la ciudad de Oaxaca, sur de México, unas 100 personas participaron en la protesta a la que asistieron amigos y familiares de soldados de la región vestidos con playeras verdes y camisolas militares, la cual ocurrió en las instalaciones de 28 zona militar.
“Necesitamos que haya justicia, que el presidente actúe con firmeza para que estos cuatro soldados salgan libres porque ellos están actuando por la seguridad del pueblo”, dijo la señora Martha García Salas, quien es familiar de un oficial del Ejército.
La protesta también se llevó a cabo otras ciudades en el país con similar participación.