Por donde se vea, en materia de inseguridad pública el país se estremece un día sí y al otro también con noticias de homicidios múltiples, robos, extorsión, desaparecidos, secuestros, etc., nuestra entidad lamentablemente no es la excepción; en cuanto refiere a la ebullición política, la realidad arroja abundante información sobre un cada vez mayor calentamiento de ánimos entre los actores políticos junto a las organizaciones partidistas a medida se acerca el inicio formal del proceso electoral de 2024, tampoco en este ramo Veracruz es la excepción. Para comprobar lo concerniente a la violencia y la inseguridad pública en nuestra entidad basta revisar las notas periodísticas de la semana para encontrar en ellas las veces en que el gobernador Cuitláhuac García aparece explicando detalles acerca de un homicidio, en esta, de lunes a viernes así sucedió, tal condición sin duda configura un síntoma preocupante. En cuanto se refiere a asuntos políticos de índole electoral, la presencia en esta entidad de Monreal, de Claudia Sheinbaum y de Adán Augusto transparenta con meridiana claridad la intensa movilidad político- electoral. También lo revelan los movimientos territoriales del diputado José Yunes Zorrilla y de Héctor Yunes Landa en plan de semblantear las circunstancias de la sucesión estatal, señales de la ebullición política en estos tiempos. Respecto a esto último, es destacable la reflexión del senador Ricardo Monreal en entrevista con Notiver: “…No tengo ninguna duda que Veracruz puede representar una sorpresa si no se cuida el proceso electoral. ¿Una mala sorpresa? Veracruz siempre se cuece aparte, tiene comportamientos muy auténticos, no casados con partidos, sino con movimientos sociales. Yo creo que Veracruz está listo para darse una sacudida, de ofrecer con una sacudida política. ¿A qué se refiere con la sacudida? En Veracruz, hay una sensación de que Morena y el Gobernador de Morena, Cuitláhuac García le han quedado a deber a los veracruzanos…”. Aparte de las recíprocas fobias políticas entre el senador y el gobernante veracruzano, el dicho de Monreal encierra una observación para ser tomada en cuenta, ya por los aconteceres en esta entidad, o bien porque el senador zacatecano es un político de colmillo muy retorcido y su criterio sobre la situación política en esta entidad encuentra sustento en su muy amplia experiencia política. Justamente el día de ayer, en el dialogo que sostuvo con integrantes del Colectivo Ciudadano Ver por Veracruz, se interrogó al diputado José Yunes sobre si advertía en la entidad condiciones objetivas favorable a una candidatura de oposición competitiva contra MoReNa, la respuesta no fue categóricamente afirmativa, pero dejó entrever esa posibilidad. Pero no solo Héctor Yunes y José Yunes, Manuel Huerta, Sergio Gutiérrez, Rocío Nahle, andan en esas lides, también en Julen Rementería late un corazón aspiracionista, y queda aún en la incógnita cuándo se abrirá al juego electoral el clan político encabezado por el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien de esto algo sabe. Por cierto, los actores políticos aquí enumerados no están solos en ese cuadrilátero sucesorio, ronda casi en secreto por los lares veracruzanos José Ramírez Rueda, quien confiesa estar integrando cuadros de seguidores para en su momento también participar en la puja por la gubernatura estatal. Y en la lógica de que todo ciudadano con sus derechos políticos a salvo tiene el legítimo derecho de aspirar a ser votado para un cargo de elección popular, sin duda alguna cabe esperar la aparición de más pretendientes. Sea por Dios y venga más, decía el clásico.