sábado, noviembre 23, 2024

¡Por favor!…

Las enfermedades, cuando no las cura La Madre Naturaleza, se convierten en crónicas; y por lógica, se van degenerando, es decir, que cada vez sus manifestaciones son más agudas, intensas, y por ende requieren de más medicamentos…

Partiendo de la base de que una cosa es la medicina y otra, casi opuesta, lo es la salud.  Como las medicinas no curan nomás “tarantan” como decía aquel viejito que tenía reumas; y cuando dejaba de tomar las medicinas, el dolor regresaba…

Y vaya que las reumas duelen.  Le decía un amigo a otro amigo con el que discutía -amigos como Biden y López Obrador– “Te deseo un buen reuma” y era como un recordatorio de progenitora…

El ilustre Francois-Merie Arouet, conocido como Voltaire (1694 – 1778) dijo“La misión del médico, es entretener al paciente, mientras La Naturaleza lo cura”; y era médico.  Claro, se podrá decir que de aquél entonces a la fecha, la medicina ha avanzado tremendamente.  Pero no…

Desde aquél entonces hasta la fecha, es lo mismo.  Lo que ha avanzado es la cirugía; eso sí.  Como las medicinas no curan y las enfermedades van empeorando, entra al rescate la cirugía…

Y todo, porque a los médicos no les han explicado, que todos -y todos somos todos los seres vivos- somos el resultado de lo que hemos comido.  Y si lo que se ha comido es lo que ha enfermado, lo que ha hecho mal, como la diabetes, por poner solo un ejemplo.  Seguir comiendo lo mismo, es cuento de nunca acabar…

Por consiguiente, la única forma de ser -y estar de otra manera- es comer de otra manera.  De Perogrullo.  Pero así es.  Finalmente, la salud no tenía qué ser algo muy complicado…

Otro que sí que sabía de salud, fue Hipócrates de Cos (460 – 370) considerado, nada más, ni nada menos, como El Padre de la Medicina.  Sentenció: Alimentar a un enfermo, es alimentar la enfermedad”…

Los animales, cuando se enferman, dejan de comer, se purgan y toman agua.  Y lo mismo hacen los niños pequeños, no quieren comer.  Pero dígale a un enfermo que deje de comer; y no lo hace.  Y que no le dé de comer a su hijo, pues menos- Lo mismo y hasta lo demandan…

Los pacientes quieren curarse, de eso no hay duda -bueno, no todos; unos utilizan la enfermedad para manipular a los demás- pero quieren que los curen, no quieren curarse ellos.  Y así llegamos al mundo de enfermos que estamos viviendo, en manos de una Industria de miles y miles de millones…

Con ganancias que se antojan inmorales; pues lo que unas farmacias venden a un “X” precio, la Simi lo vende 70 % más barato.  Los lunes hay 25 % más de descuento; y aún así, gana lo suficiente para hacer ricos a sus dueños…

La medicina es un negocio; la salud es un estado.  Y como todo en esta vida es negocio, aclaro que yo, cuando me enfermo, dejo de comer y tomo Homeopatía.  Y nunca me hago análisis de nada; capaz que me encuentran algo y me operan…

Al tema…

Toda vez que a algunos amigos les envié un vídeo de una elefanta y su crío que quedaron atrapados en un lodazal, condenados a morir.  Una escena angustiante que finalmente tuvo un buen final; ya que un grupo de hombres con sus tractores, se abocó exitosamente a rescatarlos; no sin grandes esfuerzos…

Recibí un Telegram en el que me decía que el hombre es bueno por naturaleza.  Mi opinión es que el hombre es sano por naturaleza; pero se enferma.  Y ese es el problema.  Hay quienes son capaces de salvar a un elefante; y hay quienes son capaces de asesinarlo, como el tal “rey” Juan Carlos…

Hay quienes son capaces de ver por la Patria; y hay quienes son capaces de destruirla.  Todo depende del grado de enfermedad que tengan.  Como el Presidente López Obrador.  La mitomanía que padece ya es patológica, perdón la redundancia, pero es para enfatizar que el individuo está realmente mal…

Decir que no sabía de los viajes de General -buen título para una novela, pero nefasto para la 4T- es una reverenda mentira.  El presidente tiene que haberlo sabido desde antes.  No existe posibilidad alguna de que lo ignorara.  Y que viajaba con toda la familia en aviones del Ejército, tampoco…

Y al asegurar que lo desconocía, que lo ignoraba, sale peor el asunto; pues quiere decir que ni lo pela, ni lo toma en cuenta.  Aunque cuando tiene que ir a la escuelita mañanera, se le cuadra desde que va entrando a Palacio…

Pero si el negarlo fue grave, pues nadie se cree que no lo sabía; la respuesta que dio cuando fue cuestionado, de ¿Y qué; cuál es el problema? Lo hace, automáticamente, cómplice de la corrupción.  Del engaño a los ciudadanos…

Y ya incalificable, el daño que se le hace a los soldados, que ven que su Comandante es un corrupto que se pone el uniforme de campaña para apantallar. Como el otro corrupto de Zelensky, que ya se birló unos cuantos millones con los que seguramente lavará la sangre que se ha derramado por su estulticia…

Y ya que hablamos de la estulticia y de gente que la pone en práctica casi a diario, ahí está el ejemplo de Santiago Creel que,independiente de que es un individuo vengativo, cuando menos eso es lo que dice la biotipología, los rasgos físicos que delatan la personalidad de la gente; lo mismo que su firma,  

Es un individuo tan devaluadopara sí mismo, o sea, con tan baja autoestima, que es capaz de calificar como “valiente” a Zelensky.  Cómo han de estar las cosas para que vea como valiente a semejante orate tan hipócrita que se anda promocionando por todos lados…

Esperando que no se les ocurra invitarlo para darle alguna medalla o llaves o bendiciones a nuestro costo.  Aquí ya tenemos bastantes orates hipócritas y corruptos, como para que traigan a otro.  “No mentir, no robar, no traicionar.  ¡Por favor!   

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

otros columnistas

¡La respuesta de Rusia!… 

  ¿Estás preparado?…

¡Papelón!… 

Lo que mal empieza… 

 Del Agua de Tlacote II… 

Del Agua de Tlacote… 

 ¡Mujeres con poder!…