Pregunta uno por la salud del presidente y los chairos se encabronan. Insiste uno en saber sobre la salud de López Obrador porque la vocería presidencial miente. Minutos antes de que se anunciara que se suspendía la gira del presidente por Yucatán, el vocero Jesús Ramírez Cuevas había desmentido lo del desmayo, asegurando que el presidente estaba bien y que la gira por Yucatán no se suspendía. Mintió, porque minutos después se anunció lo contrario. Ahora, cada periodista que quiere conocer el estado de salud del presidente, pregunta porque está deseando su muerte, esto según los chairos. Desde la presidencia le tiran línea a todos los descerebrados chairos relevantes para que repitan lo mismo. Hasta el flautista acróbata Horacio Franco, pegado a la ubre de cualquier gobierno, acusa que estamos podridos porque queremos que López Obrador se muera. Lo único que pedimos es que informen, que informen con la verdad. Suspenden la gira del presidente por cuestiones de salud, pero dicen que su corazoncito está al 100 por ciento. Un corazón al que le han aplicado 3 cateterismo no puede estar al 100 por ciento. Un hombre tan bilioso que en la semana recibió varias malas noticias, no pude estar al 100 por ciento. Un tipo como López Obrador, consumido por el rencor, no puede estar al 100 por ciento. Sólo dejen de mentir e informen sobre el estado real de salud del presidente y que siga viviendo otros 70 años más.
Dice Adán Augusto que trato con la SCJN será sólo institucional. Nadie les pide que inviten a comer paella como a los periodistas chayoteros
En algún momento el presidente de México presumió una foto con algunos periodistas que apoyan la Cuarta Transformación, la mayoría moneros, todos ellos abyectos siervos que sólo ven la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el ojo del presidente. Ese es un trato que va más allá de lo institucional. Pues el secretario de Gobernación dio a entender que el presidente de México no va a invitar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y menos a Norma Lucía Piña, a comer paella con él en los jardines de Palacio Nacional. Hace unos días, en un exabrupto que le pudo causar un infarto, el presidente pidió que a los ministros de la Suprema Corte ni siquiera les contesten el teléfono: «Les dije: ‘ni les contesten en teléfono’, porque tenía un desayuno la secretaria de Seguridad con la presidenta de la Corte; cuando me enteré, les dije: ‘no quiero ningún enjuague, ya no es el tiempo de antes». En esta ocasión el secretario de Gobernación corrigió un poco la plana, señalando que el trato con la SCJN será sólo institucional: «Se acordó un tratamiento institucional a esa petición, de esa manera seguirá siendo la relación con la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Tiene que haber, como debe existir entre los tres Poderes de la Unión, una relación de carácter institucional». Pues nadie les está pidiendo otra cosa.
El chiste se cuenta solo. Dice Delfina que se reducirá el sueldo si llega a ser gobernadora. Nos conformamos con que no se quede con los moches
Una exalcaldesa que le quitó dinero a sus trabajadores de Texcoco, y que los gastó para su primer intento de ser gobernadora del Estado de México, ahora dice que, de llegar a la gubernatura, se bajaría el sueldo ella y sus funcionarios. “Vamos a minimizar lo que son los salarios, vamos a bajar el salario a los altos funcionarios empezando por la gobernadora para que ponga el ejemplo, y arriba o vamos a subir o elevar los salarios de los de abajo, porque siempre los de abajo son los más amolados y siempre los de arriba son los más beneficiados”, declaro Delfina Gómez. ¡Ternurita! El chiste se cuenta solo. En el primer debate de la contienda electoral Delfina Gómez le echó la culpa a su partido por ese financiamiento indecente, inmoral; ella simplemente se lavó las manos. Ahora quiere hacer creer a los votantes del Estado de México que ella es incólume, que esta vez no sólo no le va a quitar el dinero a los empleados, sino que hasta se va a bajar el sueldo. Vale mencionar que entre más abajo se vea en las encuestas reales, más descabelladas habrán de ser las promesas de la candidata, quien presume que ella y López Obrador han andado juntos en el camino de la “democracia”; de su democracia.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra