En diferentes foros, Sergio Gil Rullán, dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, en congruencia, ha replicado la tesis que a nivel nacional postula Dante Delgado relativa a la participación de MC en el proceso electoral 2024: no se incorporan a la Alianza Va por México y contarán con candidato propio en la sucesión veracruzana del próximo año. Gil Rullán, más activo que algunos de sus pares partidistas, proporciona nombres de los posibles abanderados al gobierno de la entidad: Dante Delgado, Ignacio Morales Lechuga, Enoc Castellanos y Juan Manuel del Río Virgen, una cuarteta interesante, sin duda alguna, pero objetivamente analizada quizás se reduzca a solo los dos últimos nombres u otra incorporación que con el tiempo aparezca. Porque la participación de Dante Delgado protagonizando una candidatura se antoja muy difícil, pues tiene más para perder que posibilidades de obtener el triunfo, en caso de que su partido participe en solitario ya que sus porcentajes electorales han sido bajos en la entidad y no se advierte una fortaleza estructural en sus líneas como para pensar en su fortalecimiento durante el corto tiempo que resta para el proceso electivo. Debe recordarse que en 2010, Dante fue candidato al gobierno de Veracruz cuando los resultados electorales para su causa no fueron los esperados ante la gran dispersión de recursos públicos operados por el gobierno de Fidel Herrera para hacer de Duarte su sucesor. También está fresca en la memoria que hace un lustro Movimiento Ciudadano no alcanzó el porcentaje requerido para conservar su registro en Veracruz, aunque lo recuperó en el siguiente proceso electoral. Con esos antecedentes se antoja difícil que un personaje de la talla de Ignacio Morales Lechuga vaya a entrarle al rejuego electoral veracruzano en el siguiente proceso electoral. Morales Lechuga es un destacado y exitoso veracruzano, cuyo desempeño como Secretario de Gobierno durante los primeros cuatro años del gobierno de Acosta Lagunes fueron excelente muestra del correcto comportamiento de un servidor público, eficiente y eficaz; además, en materia de participación electoral ya probó el amargo fruto de la traición cuando en 1998 el PRD, que le había ofrecido la candidatura al gobierno de Veracruz, se la retiró porque hubo arreglos en las cúpulas partidistas y optaron poner un candidato no competitivo para abreviarle el camino al PRI. Rica es la gama de actores políticos veracruzanos, Dante y Nacho son muestras ejemplares, pero en el caso que nos ocupa, si bien Dante daría a los veracruzanos una excelente opción electoral, no le alcanzará para ofrecerle capacidad competitiva, salvo en alianza con los otros partidos de la gama oposicionista. Visto así, solo quedarían Del Rio Virgen y Enoc Castellanos, ambos de buen perfil para ser candidateados a diputados o senadores, pero para la candidatura al gobierno ya no les alcanza el tiempo para posicionarse en el imaginario colectivo en donde José Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Julen Rementería ya han asentado sus huellas proselitistas con incesantes recorridos por la geografía estatal. Movimiento Ciudadano tiene todo el derecho de participar electoralmente como mejor le convenga a sus intereses partidistas, en solitario o en corporativo partidista, pero por su lado la ciudadanía cuestiona las actitudes de los protagonistas políticos y da en pago a través de su voto. Los resultados electorales darán vigencia a cada uno de los partidos y sus respectivas estrategias.