Estando en juego, nada más ni nada menos, que la corona sexenal de peso completo. ¡En esta esquinaaa! de calzoncillo morado, perteneciente al grupo Fifí disimulado, patrocinado por los otros datos…
En la esquina contraria, con calzones que no se les ve bien el color, pues trae muchos patrocinadores. Se enfrentaraaaan hasta que cierren el coliseo; si es que antes alguno de los dos no cae ko por algún guacamayazo demoledor…
Que lo deje tirado en la lona y viendo pasar estrellitas de impunidad, pero con mucha fe, eso sí, para que le toque alguna…
El combate se llevará a cabo bajo las reglas de Vale Todo -como así se llamaban antes los combates de la MMA- por lo que cualquier cosa se puede esperar que suceda. Como mordiscos, arañazos, zancadillas, patadas, piquetes de ojos, rodillazos, pica-pica, esteroides, de todo, menos abrazos. De los balazos, ya veremos, pero no se descartan…
Sobre todo, porque el referee del encuentro, es ahora un conocido apostador de uno de ellos; por lo que difícilmente podrá ser imparcial. Toda vez que se jugará con dados cargados; y el pueblo lo sabe…
Por eso, a pesar de que la propaganda la anunció como “El encuentro del siglo” –aunque siempre dicen lo mismo de todos los encuentros y la mayoría de las veces el espectáculo deja mucho que desear y consecuentemente acaba siendo un fiasco-…
Por eso la mayoría no compró boleto para el pago por evento del Coliseo Electoral y la mitad de las gradas están vacías. Podría decirse que solo están las porras que siempre los acompañan…
Había esperanzas en que el Coso se llenara y el evento fuera todo un éxito. Fue mucho el dinero que se invirtió en la propaganda. Mismo que llegó en dólares y por miles, sospechando de dudosas procedencias. Unos querrán recuperar lo invertido; y otros quieren el pago en abrazos, no balazos…
Pero a pesar de que aún no suena la campana para que dé inicio el encuentro, se puede afirmar, que en las apuestas se cargaron hacia el malo; porque los que tienen los dólares en efectivo son tan vivos, que les apostaron a todos, al fifí y al chairo por igual, así que gane quien gane, ellos los “aportadores” quedarán bien parados; y dinero les sobra…
Falta ver, si de los camerinos a la arena del encuentro, no salen por ahí con alguna orden de aprehensión y vayan a detener a alguno; por lo que tendrían que reemplazarlo de emergencia o cancelar el evento. Ya ha sucedido…
Si no es que, en el camino, los detienen a todos los participantes; porque todos y todas tienen largas colas que les pisen. Y no sería nada extraño que, a la mera hora de los trancazos, pero lo mismo y desde antes, aparezcan por ahí los bárbaros del Norte y acaben con el show…
Respaldados por alguna orden internacional antiterrorista -o interplanetaria; sobre todo ahora que andan con ese rollo de los extraterrestres- y la función tendría que ser de otra manera, con otro elenco y otras reglas…
Por lo tanto, lo mejor que se puede hacer, es comprar unas palomitas de maíz y disfrutar el agarrón, porque sí que se va a poner bueno. Sobre todo, si se toma en cuenta, que los entrenadores de los equipos, siempre a la sombra, son de lo peorcito…
Pero, de cualquier manera, gane el que gane, no se quedará conforme. Siempre sucede lo mismo. Pues como bien decía Friedrich Nietzsche (1844 – 1900) “La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido”. Pero los expertos dicen que se vislumbra que será una batalla sangrienta; que ya lo es.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.