Antonio Lagunes Fuertes
En la última década, gigantes tecnológicos como Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft han ampliado su influencia en los sistemas educativos públicos a nivel mundial. La llegada de estas empresas a la educación, ha sido vista de una manera ambivalente: algunos lo consideran un valioso aliado, mientras que otros expresan preocupaciónes. Un reciente estudio de Niels Kerssens, T. Philip Nichols y Luci Pangrazio, titulado “Googleización de la educación: dependencia de la plataforma de intermediación de trabajo intermediario en tres sistemas escolares nacionales”, examina la tendencia de «googleización» de la educación en diferentes países, centrándose en Estados Unidos, Australia y Países Bajos.
Este análisis resalta el creciente poder de las empresas tecnológicas privadas en los sistemas educativos públicos, cuestionando la noción de la educación como un bien público. También provoca un debate sobre el impacto de estas empresas en el futuro de la educación pública y desvela la estrategia detrás de la creciente influencia de Google en las escuelas.
Los autores examinan cómo se ha extendido el uso de las herramientas de Google, como Google Workspace o Google Classroom, en estos tres países durante las dos últimas décadas. Según sus datos, millones de escuelas en más de 250 países utilizan Google Workspace for Education para la enseñanza y el aprendizaje basado en la nube. Este crecimiento se aceleró durante la pandemia, cuando Google Classroom se convirtió en una pieza clave para sostener la continuidad escolar con más de 150 millones de usuarios a principios de 2021. Sin embargo, esta expansión plantea interrogantes sobre si realmente satisface las necesidades de los docentes y estudiantes o si está impulsada por motivaciones subyacentes.
Para comprender mejor este crecimiento, es necesario analizar la estrategia de estas empresas, que ofrecen acceso a ‘pilas tecnológicas’ patentadas, verticalmente integradas y cerradas: ‘ecosistemas’ que interconectan dispositivos físicos (Google Chromebooks, Apple iPads, Microsoft Surfaces) y paquetes de software educativo (Google Workspace for Education, Apple for Education, Office 365 for Education) con servicios en la nube para almacenamiento y análisis de datos. La perfecta conexión de estos componentes obliga a los sistemas educativos a utilizar sus productos. A medida que las actividades de los profesores, las aulas y las escuelas se integran en un ecosistema educativo determinado, separarlos se vuelve cada vez más difícil.
Otro elemento clave para su aceptación es la popularidad y disponibilidad gratuita de las soluciones de Google. Sin embargo, la dependencia excesiva de sus herramientas plantea ciertos peligros a medio y largo plazo, incluyendo:
- Riesgo para la autonomía educativa. La concentración de la gestión y los recursos pedagógicos en una sola plataforma privada puede generar conflicto entre fines educativos y comerciales.
- Vulnerabilidad tecnológica. Un fallo masivo en Google podría colapsar temporalmente los sistemas educativos de numerosos países.
- Pérdida de privacidad de datos. La gestión de gran cantidad de información personal podría dar lugar un uso poco ético o la vulneración de la confidencialidad.
- Limitación de la innovación: Existe el riesgo de quedar atrapados en una única visión tecnopedagógica en lugar de explorar otras alternativas.
Google ha consolidado su dominio en la educación a través de una estrategia «glocal»: desarrollando redes locales de «intermediarios» que promueven su uso. En EE.UU., Google ha formado «embajadores» entre los docentes, mientras que en otros países se ha aliado con agencias educativas, empresas de hardware y organizaciones de formación docente. Este entramado de actores locales le ha permitido superar obstáculos regulatorios y establecerse como un socio esencial.
El estudio examina como la googleización de la educación responde a dinámicas locales más complejas, y plantea discusiones sobre sobre el control y propiedad de los datos e infraestructura que sostienen a los sistemas educativos en todo el mundo, donde millones de usuarios activos generan información de valor cada minuto. Observa como Google acumula un enorme poder que podría utilizar para impulsar su visión tecnocrática de la enseñanza y el futuro de la educación pública al centralizar servicios y datos educativos.
Aunque la investigación se centra en Google, es vital reconocer que otros gigantes tecnológicos también juegan roles similares. El estudio sugiere que los países deben evaluar cuidadosamente si vale la pena ceder el control público de la educación a cambio de la comodidad que proporcionan las soluciones tecnológicas de grandes corporaciones e invita a un profundo debate sobre si la educación pública puede seguir siendo un bien común y no quedar supeditada a los intereses de empresas tecnológicas.
La ‘googleización’ de la educación involucra una red de actores sociales, políticos y técnicos. Sin embargo, se identifican varias áreas de intervención para contrarrestar este proceso, destacando la importancia de una educación más amplia e independiente sobre la plataforma y la adquisición de productos de tecnología educativa en la formación docente. También enfatiza la necesidad de desarrollar formas independientes de alfabetización digital y de plataformas, así como fomentar el desarrollo de infraestructuras alternativas, más abiertas y basadas en valores de autonomía y transparencia.
La googleización de la educación no es un proceso inevitable y es posible intervenir en él. Sin embargo, requiere una colaboración y cooperación intensivas entre instituciones educativas, organizaciones públicas y privadas, a nivel local y (trans)nacional.
Por último, es importante considerar el papel de las tecnologías emergentes, como la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada, en el aula y como pueden ofrecer métodos de enseñanza y experiencias de aprendizaje innovadores y atractivos, siempre y cuando se utilicen de forma responsable y centrada en el estudiante. Recordando que la tecnología es solo una herramienta en el proceso educativo y su aplicación debe ser equilibrada y orientada a mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, sin reemplazar las interacciones humanas y las habilidades básicas que los estudiantes necesitan desarrollar.
Ideario en Perspectiva.
Dada la volatilidad del panorama político actual y las encuestas presidenciales recientes, es crucial analizar estrategias para fortalecer la posición del frente opositor. Los datos, aunque sujetos a debate, subrayan la necesidad de una introspección constructiva y exhaustiva.
Para contrarrestar la percepción negativa reflejada en los informes, podría ser esencial contemplar tácticas y estrategias para revitalizar el enfoque y, potencialmente, renovar el equipo de trabajo. Raudel Ávila, en su artículo en El Universal, propone ideas valiosas. Subraya que la estrategia no debe ser rígida, sino adaptable a las circunstancias cambiantes, y resalta la relevancia de contar con estrategas con experiencia en campañas exitosas.
Las alianzas son fundamentales para robustecer la posición y ganar aliados que incrementen las probabilidades de éxito. Es beneficioso rodearse de individuos que han tenido triunfos en el pasado en lugar de aquellos que han enfrentado derrotas.
Las próximas elecciones se perfilan como un enfrentamiento decisivo para el futuro de la nación. La renovación del rumbo de México en 2024 depende de acciones que, con calidad y adaptabilidad, estén a la altura de esta importancia.