domingo, noviembre 24, 2024

En el Mes Internacional del Teatro: Aristófanes, el padre de la comedia (IV)

“La asamblea de las mujeres.” 

Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.

     Actualmente la expresión: “es tiempo de mujeres” se utiliza como lema de campaña. La expresión se comprende por varios motivos, señalaré dos. Primero, en la historia de nuestra civilización el papel de la mujer fue de sometimiento, sumisión, y tuvieron que pasar siglos para que las féminas adquirieran un papel importante y más igualitario en la sociedad. En el caso mexicano basta recordar que la mujer adquirió el derecho de votar allá por el año 1953 y emitieron su voto por vez primera en las elecciones de 1955. El segundo motivo que justifica la frase “tiempo de mujeres” se encuentra que en México el próximo Presidente de la República será una mujer. Claro, sino sucede alguna tragedia mayúscula de aquí al mes de junio. Ahora bien, la frase “tiempo de mujeres” se comprende por el vigente contexto, más no significa que en realidad sea el camino que nos conduzca a mejores tiempos. La mujer no es más capaz que el hombre, ni viceversa. Tanto la mujer como el hombre son seres potencialmente capaces si se preparan y capacitan, y ambos pueden llegar a ser tan buenos, como tan malos en sus encomiendas. Eso sí, de lo que no existe ninguna duda es que el hombre no debe de apoderarse de los espacios públicos por el sólo hecho de ser hombre en el sentido tradicional, ni la mujer debería creer que merecen un espacio por la simple razón de ser mujer. Esta vigente e interesante temática fue tratada por Aristófanes en su comedia titulada: “La asamblea de las mujeres”, pieza que fue representada en el año 392 a. C. ¡Imagínese! Vayamos a ella.

     El lector debe recordar que Aristófanes es el padre de la comedia, y, que este género conlleva la ironía, el sarcasmo, el humor, como parte sustancial en el desarrollo de la historia. Lo anterior no implica que la obra se lea sólo como una forma de entretenimiento, verdad es que nos divierte, mas, alrededor de la ironía, la burla, el espectador detecta claramente la crítica, el descontento, la inconformidad de los personajes ante determinados temas y naturalmente la posición critica del creador de la comedia. Partiendo de la inconformidad, la comedia inicia con esta sensación de molestia que sienten las mujeres por la forma errónea en que los hombres gobiernan la ciudad, administran los recursos. Ellas saben que su posición es de nulidad, bueno, ni siquiera tienen derecho a opinar y si opinan, sus argumentos no influyen en nada. Partiendo de su inconformidad y nulidad, han ideado un plan par apoderarse del gobierno, de las instituciones públicas y gobernar en lugar de los hombres, el plan es el siguiente.

     Praxágora es la que nos platica el plan y es la protagonista principal de la historia. Esta mujer acordó con las demás mujeres que acudirán a la asamblea próxima a celebrarse en la plaza de Atenas, y buscarán que se acuerde a través de votación mayoritaria que el gobierno ejercido por los hombres pase a ser ejercido por las mujeres. Para lograr ese objetivo todas irán vestidas de hombres; se pondrán barbas, algunas se dejaron crecer los vellos de la axila, otras en sus ratos libres se pusieron al sol para verse como hombres trabajadores, en fin, ya se imaginará el lector el cambio de aspecto. El día de la asamblea llegó, previo a ella las mujeres se reunieron para afinar detalles. Praxágora les dijo que una de ellas pronunciaría un discurso donde hablando como hombre, gesticulando como tal, hablaría muy bien de las mujeres, sus virtudes, su firmeza, su solidaridad, la empatía que poseen al ser madres, y que mientras más elogio hace por la mujer, todas aplaudirían y apoyarían la propuesta realizada por la oradora en turno.

     La elegida para hablar en la asamblea fue Praxágora. El discurso pronunciado resultó imponente. Los hombres percibían el grupo de “hombres” tan blancos que apoyaban la alocución, más nunca se dieron cuenta que eran mujeres disfrazadas de hombres. Algunos hombres no pudieron asistir a la asamblea porque al levantarse no encontraron su ropa, sus zapatos, estos hombres eran los esposos de las mujeres disfrazadas que estaban intentando apoderarse del gobierno y la administración de la ciudad. Praxágora al final de ponderar las virtudes de la mujer propuso que se votara para que ellas gobernaran. Por supuesto que varios hombres intentaron bloquear semejante iniciativa, empero, la votación resultó aplastante, se decretó que las mujeres gobernarían la ciudad y el gobierno lo ejercerían al otro día.

     Las reformas decretadas por Praxágora fueron radicales. En ellas los estudiosos encuentran un importante antecedente del comunismo: “Praxágora: Declaro, antes que todo, que los bienes deben formar un fondo común. Que ya no haya uno que es rico y otro que es pobre; que no uno tenga tierras de cultivo inmensas, en tanto que el otro no tiene un pedazo de tierra donde sepultar un cadáver; que uno tenga innumerables esclavos, en tanto el otro ni siquiera un sirviente. Yo estatuyo una vida común e igual para todos… -Nadie en nada trabajará por pobreza. Como que todos han de tener todo: panes, peces salados, pasteles. Mantos de lana, vino, guirnaldas y garbanzos…” Para llevar a cabo su proyecto de gobierno, la reforma incluía que todos los ricos y clase media debían entregar sus riquezas al Estado, lo que provocó gran descontento y ante cada decreto, los inconformes manifestaban con argumentos lo inviable de la reforma, más, la mujer gobernante sólo respondía: Praxágora: Eso era antes, amigo, cuando vivíamos bajo el viejo régimen.”

     Un opositor al nuevo régimen le hizo una observación sencilla. Le preguntó qué pasaría con el amor, es decir, si yo para conquistar a una mujer, además de enamorarla a la buena, deseo regalarle un detallito, éste no tendrá ningún valor debido a que el mínimo o máximo detalle que le otorgue a mi pretendida, ella lo puede tener porque todo es común. La mujer empoderada le contestó que eso no era problema alguno, porque todas las mujeres serán comunes. Sí, todas estarán al alcance de todos. Entonces, un opositor le preguntó que cómo le haría para resolver el siguiente problema que se presentará. Este problema consiste en que todos lo hombres elegirán a las mujeres jóvenes y bonitas y nadie querrá a las viejas y feas. Incluye a las jóvenes feas. La solución que presentó la mujer gobernante es publicar la siguiente ley: “Si un joven quiere tener trato con una joven, no podrá hacerlo, si no da antes a una más grande la parte que le corresponde. Y si se niega a cumplir con esta ley y se dedica a la joven, las ancianas tendrán derecho de aprehenderlo y arrástralo por las calles bien agarrado de la parte más sensible de su cuerpo.”

     Cada vez que Praxágora imponía un decreto, aunque éste fuera autoritario, violador de derechos, ella argumentaba que vivían en una nueva democracia y la ley debía respetarse. En muchos diálogos donde van apareciendo distintas mujeres, en todas se percibe frustración, resentimiento. El nuevo gobierno se va convirtiendo en un caos que pretende imponer un modo de vida, de pensamiento, un nuevo régimen que no acepta la diversidad, la pluralidad. En la parte final de la comedia aparece un joven apuesto que está enamorado de una jovencita bella. Ellos quieren disfrutar su amor, su pasión, pero no pueden porque el joven primero debe satisfacer a una anciana horrible. El joven intenta rebelarse y de pronto llega otra anciana que exige se respete la ley, el joven debe besarla y acostarse con ella, aunque le provoque asco. El joven se opone y aparece otra anciana más vieja aún y dice que ella es primero en derecho…al final, el pobre joven que seguramente vive desinteresado de la política, comprendió que la política determina muchas cosas en su vida:

     “El joven cantando. –Pudiera yo yacer con la joven primero, sin tener que estrechar con mis brazos a la vieja…ésa de nariz chata y de agotados miembros… ¡Dura es para hombre libre esta suerte infeliz! Vieja. –(Cantando.) ¡Por Zeus, aunque te pese, tú tendrás que cumplir! Y no son cantiquitos del año del caldo, que así la ley lo impone y hay que acatar la ley… ¿No vivimos acaso en régimen democrático?”

     El nuevo régimen vive imponiendo las enseñanzas del viejo régimen…por sus acciones y frutos os conoceréis. Y no importa si el nuevo régimen es encabezado por una mujer, en el 392 a.C la mujer gobernante ya nos enseñó de lo que es capaz si no obedecemos sus imposiciones: “…las ancianas tendrán derecho de aprehenderlo y arrástralo por las calles bien agarrado de la parte más sensible de su cuerpo.”

Correo electrónico: miguel_naranjo@hotmail.com

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Facebook: José Miguel Naranjo Ramírez.

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