En el cuartel general de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum se presume de una amplia ventaja sobre Xóchitl Gálvez, sin embargo, la realidad proporciona los “otros datos” pues refleja indicios muy contrastantes con esa hipotética delantera, son el testimonio irrevocable de los hechos. La realidad nos habla de la inconformidad por la creciente desigualdad social, por el temor familiar a causa de los levantones, a los asaltos, por el robo a casas habitación, a la violencia sin control, al sentimiento de indefensión cuando se acude por auxilio médico a un hospital del sistema público de salud y no encontrar al médico especialista o espacio para la resonancia magnética requerida para el diagnóstico, al grito desesperado de las madres buscadoras, al feminismo sexenalmente ignorado, a empresarios en quiebra por compartir ganancias con el crimen organizado, a asociaciones de campesinos productores de cítricos, piña, caña, aguacate, pescadores etc., ayunos del apoyo gubernamental. También de quienes durante la pandemia perdieron a un ser querido por falta de atención oportuna debido a la pésima conducción de López Gatell, a familiares de desaparecidos que no ven interés para emprender acciones en su búsqueda, y muchos elementos más que conforman la nutrida agenda de inconformidad que priva en los diferentes sectores de la población mexicana. El ejercicio del poder desgasta a quien lo ejerce y Morena gobierna en 23 entidades federativas, las más con gobernadores reprobados en materia de gobernanza, en esa tesitura ¿a qué circunstancia favorable pudiera atribuirse la simpatía hacia su candidata presidencial para constituir una delantera como la que se presume?
En lo que corresponde a la entidad veracruzana, según versión que circuló hace algunos meses, la señora Rocío Nahle declinó ser la coordinadora de campaña de Claudia Sheinbaum y desechó la idea de convertirse en dirigente nacional de su partido porque su obsesión era convertirse en la candidata de Morena al gobierno veracruzano, se dio crédito a ese rumor porque ella cumple cabalmente con el requisito del 90 por ciento de lealtad al presidente y se confirmó con la candidatura que se le adjudicó pese a no haber ganado la encuesta correspondiente. Tal vez porque las circunstancias se acomodaron para su designación como Secretaria de Energía y porque durante cinco años se mantuvo en la esfera cupular del poder político la señora Nahle ´habría imaginado que por ese hecho su candidatura al gobierno estatal sería bien acogida por la ciudadanía, pese a no ser veracruzana de origen, e incluso se permitió deslindarse del grupo en el gobierno, es decir, al parecer entró muy “sobrada”, un craso error provocado por su desconocimiento del entorno político veracruzano. En esa lógica de prepotencia menospreció a grupos de genuinos veracruzanos con legítimas aspiraciones y mayores méritos para gobernar su estado; y vaya que Pepe Yunes reúne las cualidades para convertirse en gobernador de Veracruz. Por ese entorno de erróneas percepciones entre las cuales figura su desconocimiento del obrar político, ahora la señora Nahle está inmersa en un escándalo de alcance nacional a causa del abultado patrimonio inmobiliario cuyo origen no alcanza a explicar, circunstancia que causa preocupación en los mandos superiores de su partido, porque siendo Veracruz la cuarta fuerza electoral del país ya no aparece entre las entidades aseguradas para Morena. Entonces, si la CDMX, Jalisco y Veracruz, segunda, tercera y cuarta fuerza electoral del país, con el agregado de Yucatán, Guanajuato y quizás Morelos no entran ya en el radar de entidades donde Morena pudiera obtener una ganancia electoral debe entenderse bien a bien el porqué de la preocupación en el partido del gobierno, y a la vez se comprueba el contraste entre la realidad y la “ventaja” que se presume en el bando de Claudia Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez y por añadidura la pregonada en la esquina de Rocío Nahle sobre Pepe Yunes, que la terca realidad desmiente con sus quemantes datos.