martes, noviembre 5, 2024

Son de lo peor…

Acostumbrados a jugar a blancas y negras, se hacen pasar por buenos, cuando en realidad son la peor escoria de la humanidad.  En cuyas filas han militado pasiva y activamente en la tortura y muerte de una incontable cantidad de seres humanos; pero, sin duda, serán millones…

No es extraño que de esos grupos salgan individuos “refinados” para hacer daño.  Porque quien se afilia con ellos, bien que deben de saber a lo que se meten.  Pero finalmente los seminarios son los disimulados prostíbulos de los “jerarcas” -“quesque” jerarcas ¡huy!-…

La “desaparición” del obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza y su misteriosa y sorpresiva reaparición; aunada a la vigilancia del hospital donde se recupera de algo, que todavía no se sabe de qué, pues hasta el momento no ha dado ninguna declaración de qué fue lo que pasó y en dónde estaba…

Lo secuestraron, o le dio el soponcio a media calle.  O el soponcio se lo mandaron decir esos señores con los que no se juega. Aunque oficialmente dicen que fue víctima de un secuestro express; y no hay más…

Pero no dicen si se les escapó a sus captores.  Si pagaron rescate; cuánto fue lo que pidieron.  Pero por ahí dicen que lo drogaron.  Todo muy misterioso…

Solo hay que recordar al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo (1926 – 1983) a quien no mataron porque lo confundieron.  Le dispararon directamente. El blanco a eliminar era el Cardenal…

Ese día, 24 de mayo de 1993, yo estaba en Guadalajara cuando a la vista de todos lo ultimaron en el estacionamiento del aeropuerto.  Años atrás, conocí y traté a Girolamo Prigione (1921 – 2016) –peso pesado que logró que México les diera el reconocimiento jurídico al Vaticano y se reanudaran las relaciones diplomáticas- que era a quien fue a esperar el Cardenal, cuando lo mataron…

Sin soslayar que Norberto Rivera Carrera formó parte del Club de Roma, también conocido como los Prigione boys y protegió al detestable pederasta Marcial Maciel (1920 – 208)

El caso es, que al llegar Prigione al aeropuerto, pues por el tiroteo se retrasaron los vuelos, fue directamente al servicio médico forense, a cargo del ilustre maestro Dr. Mario Rivas Souza (1923 – 2018) quien recibió al influyente personaje…

Ya en la morgue, junto al cadáver; a Prigione le pareció extraño que el rostro del Cardenalestuviera “manchado de oscuro”.  El Doctor Rivas Souza le explicó que era pólvora.  Le habían disparado a quemarropa.  No había posibilidad de que lo confundieran.  Pero oficialmente dijeron que sí…

Posteriormente, en la nunciatura, con el conocimiento del entonces Procurador de la República Jorge Carpizo, Prigione se reunió con los hermanos Arellano Félix, a quienes señalaban como autores del atentado.  Lo que ellos siempre negaron rotundamente.  Y le entregaron una carta para el Papa…

Los que se dicen religiosos, siempre han estado ligados a la delincuencia, no es nada nuevo.  No los matan por buenos.  Sin omitir que sus mediaciones entre los gobiernos y los criminales, nunca han servido de nada…

No se les puede creer, que después de los crímenes y atracos que históricamente han hecho, siempre en nombre de su dios, ahora salgan con que son buenos.  Cuando son peores que los banqueros, lo que ya es decir bastante…

Y desde luego, mucho peores que los delincuentes que, cuando menos exponen la vida en sus andanzas que, curiosamente, contrario a lo que hacen los curas, ellos sí que ayudan al pueblo, es decir, no chantajear a la gente con mentiras de cielos, infiernos y perdones.  

Y mañana continuamos, si el Sol me presta vida.  

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