martes, noviembre 5, 2024

¡Es un asco!…

Si alguien piensa que las cosas van a cambiar después de las elecciones; pues permítanme decirles que nada va a ser diferente.  No solo no van a cambiar.  Sino que van a empeorar; sea cual sea el escenario y gane quien gane…

Mientras no se acabe con el presidencialismo, nada va a cambiar.  Se vuelven locos, o locas, como parece que es el caso.  Ya es evidente que las dos están desfasadas.  Una, Sheinbaum, ni siquiera es mexicana…

Lo que ya es el colmo.  Y luego, manejada como marioneta por el despreciable mitómano tabasqueño ¿qué entonces se puede esperar?…

Y la otra, la cinturita de gallina, que debe de tener la cabeza llena de lo mismo que tiene en los intestinos, manejada también por pillos de prosapia. ¿Qué puede cambiar?  Cómo es que esperan un cambio si finalmente todos los protagonistas SON LOS MISMOS…

Y si además se sigue manteniendo a los Partidos Políticos como si fueran de otra clase; cuando son unos pillos que solo esperan la oportunidad para hacerse de dinero ¿qué puede esperarse? Nada.  Ahí tienen lo que sucedió en el Estado de México con la candidata perdedora Alejandra a Moral, que ya se unió a la morena caquéxica…

Cuántos niños y adultos se podrían haber salvado, si en lugar de los miles de millones que se han gastado en sus campañas, que finalmente toda su propaganda va a dar a la basura, se hubieran comprado medicinas.  Eso es a todas luces inmoral…

Es cierto que uno no debe de escribir una sola palabra cuando se está enojado.   Pero no estoy enojado, ni siquiera molesto, pues ya sabía desde un principio cómo acabaría este desgobierno…

Desde que ganó el Narco-Presidente, bien dije que no sería el primero en llegar aclamado por las multitudes; y tuviera salir por la puerta de atrás, para no ser detenido.  En el mejor de los casos.  Otros ni siquiera se han escapado…

Ustedes creen mis tres amables lectores, que los Diarios más importantes de EE.UU. lo califican como Narco-Presidente, nada más porque sí, porque les cae gordo; pues no…

También en su oportunidad advertí que ese saludo a doña Consuelo tendría graves consecuencias.  Y si a eso le agregamos la liberación de Ovidio, sus nexos con los cárteles solo un ciego no los quiere ver…

Lo que no se explica uno, es cómo la DEA no han venido por él, su familia y sus amigos y se los lleve a todos presos.  Al General panameño Manuel Antonio Noriega, por menos cargaron con él en un operativo que duró como un mes…

La única explicación que encuentro, es que también en la Unión Americana andan en tiempos de elecciones y no quieren que se desvíe el enfoque; o se utilice su detención como propaganda electoral…

Todavía tengo la confianza de que eso suceda.  Pues, aunque el impresentable dice que aquí no se produce el fentanilo que en la Unión Americana mata a tanta gente -100 mil cada año- pero desde que entró la DEA, se rompió el récord de decomisos…

Mientras tanto, este cobarde, amparado en su cargo, insulta y continúa desacreditando y ofendiendo a todo mundo; hasta hoy, impunemente…

Dicen que la excepción confirma la regla; y es bien cierto.  Pero hay muy pocas excepciones dentro de la política.  La política y los políticos, no son una vergüenza, son un asco.  Creen saber todo y se la pasan mintiendo, engañando, abusando de la buena voluntad de la gente, de su ignorancia.  Prometen lo que saben bien que no van a cumplir…

Por las redes sociales, en las que ya nada se puede creer, se la pasan haciendo vaticinios.  Según los que “saben”, o, mejor dicho, que dicen saber; y todo lo que le señalan al bandido tabasqueño, es falso…

Pero las pruebas de la galopante corrupción, se las ponen enfrente a López Obrador; y el muy cobarde, que altaneramente pide que le den pruebas, cuando se las quieren entregar, ni siquiera las recibe.  Y ante la realidad, se burla y se ampara en que él tiene otros datos…

Es un hipócrita; un mitómano irredento.  Según él es honrado; pero es tan perverso, que, para no dejar huella de su corrupción, solo recibe cash…

Y ante las pruebas de la corrupción de sus hijos y familiares, él solo dice que son honestos. Ofende con su cinismo; que es lo mismo que pasa con su esquelética Corcholata…

Como si se necesitara de engaños para saber, que la que quiere ser la marioneta del infeliz paracaidista de Palacio, ni siquiera es mexicana.  Lo que ya no tiene nombre.  Además, de que no sabe ni hablar y su prepotencia y arrogancia son francamente insufribles…

De “ganar” -con fraudes claro- va a ser peor que el patético tabasqueño; y eso ya es decir mucho.  Los “servidores de la nación”, pagados por nosotros, pues el único dinero que hay es el que aportamos quienes trabajamos, están ofreciendo dinero a los jefes de casilla para que las boletas sobrantes las pongan a favor de Morena…

Yo voy a votar por la Ministra Presidente Norma Piña, para que mi voto no sea utilizado por estos engendros de la pseudo democracia.  Siempre he pensado que esto no va a acabar bien; no puede acabar bien.  La política, cuando menos en México ¡es un asco!

Pero mañana continuamos, si el Sol me presta vida.

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