Entre lo utópico y lo verdadero
Por Claudia Guerrero Martínez
Manuel Arturo Domínguez Galván, quien actualmente es el director estatal de Registro Civil del Estado de Veracruz es acusado de pedir sobornos a todos los oficiales de los registros civiles de cada municipio, por la cantidad de $ 2,550 pesos cada uno y $200 pesos más para el aniversario de la dependencia estatal, con el presunto fin de comprar lonas, mascadas que llevarán las mujeres el día del evento y es un secreto el costo gastado, siendo el director quien lleva el control de estos recursos.
Este evento se celebrará tentativamente el 23 de agosto en San Juan de Ulúa. El director siempre ha sido señalado de pedir cooperaciones para sus “eventos”. Mucho del dinero es para beneficio personal de Manuel Arturo Domínguez Galván, quien regresó de nuevo y por unos meses al Registro Civil de Veracruz, queriendo despedirse con un buen dinero para su uso personal.
El papanteco quiere cobrar su aguinaldo y los oficiales de Registros Civiles municipales siempre se han quejado de que Manuel Arturo Domínguez Galván les pide dinero y esta ocasión no es la excepción, ya que Domínguez Galván, antes de irse, quiere llevarse la cantidad de $636 mil pesos sumando lo de los 212 oficiales. Obviamente no se toma en cuenta el dinero que les pedirá a los empleados de confianza.
Un delincuente acostumbrado a robar, bajo el cobijo de Carlos Juárez Gil, actual secretario de Gobierno en Veracruz.
Por otro lado, es penoso el caso de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV) y el pasado 10 de julio, se filtró la noticia por parte de la C. Miriam Sayago, de que el director Félix Ladrón de Guevara por fin había pedido la renuncia de su cómplice principal la jefa de Transparencia María Cristina Monserrat Álvarez Loranca, esto debido a su reciente viaje a la ciudad de Nueva York y fue acompañada por Lorena Hernández Palacios, jefa de Planeación. Se presume que este viaje fue pagado por los famosos moches que estas funcionarias les piden a todas las empresas, que van de un 15 a un 30 por ciento y el director al darse cuenta de que no lo están haciendo partícipe de todos los negocios y ellas se “van por la libre”, Félix Ladrón de Guevara se molestó tanto que le pidió su renuncia.
Un día después, Miriam Sayago dio la noticia nuevamente, de que el director de CAEV se había arrepentido y así la hábil Miriam empezó a tratar de recuperar la foto del oficio que mandó previamente a varios empleados, en donde se mofaba de la jefa de transparencia y decía que por fin se había hecho justicia.
Es bien sabido que el director Félix Ladrón de Guevara reculó en su decisión de despedir a Monserrat, pues ella junto con un amigo muy cercano, quien tiene mucha obra y contratos en CAEV han servido no solo de cómplices, sino también de prestanombres y podrían dejar al director de CAEV “chiflando en la loma”.
Ahora solo toca ver el desenlace de esta historia, pero el personal ya se hartó de tantos funcionarios corruptos, quienes lo único que han hecho es beneficiarse con el puesto.