jueves, diciembre 19, 2024

MORENA: no robar, no mentir, no traicionar

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Debe suponerse un sentimiento de desilusión entre quienes han venido creyendo que con el arribo de la clase política adscrita a MORENA al ámbito gubernamental la conducta en el ejercicio del poder iba a ser mejor y diferente a lo de antaño. De entre esos creyentes figuran ciudadanos de nuevas generaciones inoculadas por la tesis propagandista fundada en que los del PRIAN “son una bola de corruptos”, y que los recién llegados no son iguales a sus antecesores en el usufructo del poder. Pero ¡oh decepción! están resultando más de lo mismo. El show protagonizado por el senador Adán Augusto López y el diputado Ricardo Monreal es testimonio de que el apetito de poder va asociado a la avidez del dinero, confirmando el adagio de que “en arca abierta hasta el justo peca”. De corruptos ha motejado MORENA a quienes militan en lo que llaman PRIAN, encuentran sustento porque de esos gobiernos han brotado múltiples casos de irrebatible corrupción, son inocultables, ni duda cabe. Pero el PRI mantuvo largos años el poder presidencial y por tal circunstancia no libró el efecto corrosivo del ejercicio del poder; el PAN gobernó 12 años y también dejó constancia de manejos irregulares; ahora, MORENA lleva 6 años gobernando y en ese corto periodo de su elite está manando pus, a causa de tener las mismas mañas. Porque no se requiere de mucha perspicacia para inferir el grado de corrupción al que es posible llegar cuando el expediente de SEGALMEX aún dormita en increíble impunidad, y causa mucha extrañeza porque MORENA lleva solo seis años en el gobierno y sus cuadros más notables están demostrando cómo masca la iguana. Pero en realidad es nada para el asombro porque quienes militan en el partido en el gobierno ni vienen de Marte ni pertenecen a generaciones incubadas en vitro como para presumirse diferentes en condición humana de quienes militan en el PRI, el PAN u otros partidos, no es posible porque son genes del mismo caldo de cultivo, es decir, la sociedad mexicana, entonces, ¿cómo podrían ser diferentes?. Cuando las comadres se pelean salen trapitos al sol, así se transparenta en el diferendo público entre Monreal y Adán Augusto López, porque no solo es asunto de la reducción presupuestal al senado sino un pleito por parcelas de poder en un muy anticipado juego futurista. De todos modos la denuncia formulada por Adán Augusto por contratos supuestamente leoninos en el periodo de la JUCOPO presidida por Monreal ha servido para exhibir posibles corruptelas del adversario, aunque en virtud de que el interés de grupo equivale a mantenerse en el poder, todo este affaire podría quedar en simple anécdota, nada para nadie y que siga la impunidad.

Por increíble que parezca, en un país donde el poder de la presidencia de la república ha imperado políticamente, en las nuevas circunstancias la presidenta Claudia Sheinbaum está quedando en medio de esos pleitos, con pocas herramientas para imponer orden porque su antecesor la rodeó de gente cuyos designios no giran en torno suyo. No es nostalgia anacrónica, pero antaño estos diferendos se sofocaban a un gesto presidencial a través de gobernación, pero los tiempos y las circunstancias cambiaron y en verdad la presidenta aún no toma el control absoluto del timón bajo su mando. Por un lado, no parece conducir las acciones en MORENA, partido al cual no se le percibe como fuente de interlocución en las discrepancias entre su militancia de cúpula; también se observa que ni en la JUCOPO del senado ni en la de los diputados la presidenta mantiene totalmente los hilos de poder para en casos de malquerencias intervenir como apagafuegos; y aun en su propio equipo de trabajo las piezas no encajan del todo en su proyecto. No obstante, es la presidenta y esa condición le proporciona aptitud para intervenir en casos como la discrepancia en su elite política y establecer los lineamientos necesarios para desfacer entuertos que le enturbien el cotarro político, de allí su entrevista con Adán Augusto y Noreña, seguramente también lo hará con Monreal para apagar esa chispa que pudiera incendiar el llano. Trepidante fin de año y sin duda 2025 iniciará con el mismo talante. Así las cosas.

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