Agencias/Sociedad 3.0
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de China confirmó este jueves el primer caso de la nueva variante de mpox, conocida como clado Ib, detectado en un ciudadano extranjero con antecedentes de viaje y residencia en la República Democrática del Congo.
Las autoridades informaron que tras el rastreo epidemiológico en ciudades como Pekín y Tianjin, así como en las provincias de Cantón y Zhejiang, se identificaron otros cuatro casos en contactos cercanos del paciente inicial. Los infectados presentan síntomas leves como sarpullido y herpes y se encuentran bajo tratamiento médico y observación sanitaria.
Activación de medidas de control
China activó un mecanismo de prevención y control reforzado en sus fronteras, intensificando la vigilancia en vuelos y embarcaciones provenientes de zonas afectadas. Se llevan a cabo controles para detectar síntomas como fiebre, dolor de cabeza y erupciones cutáneas en viajeros, además de inspecciones sanitarias exhaustivas en mercancías y vehículos.
Adicionalmente, China aprobó el desarrollo de un kit nacional de pruebas para la detección de mpox y avanza en la investigación clínica de una vacuna contra esta enfermedad.
Emergencia sanitaria internacional
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia sanitaria internacional el pasado 14 de diciembre debido a la propagación de la mpox, especialmente en África, donde miles de contagios y cientos de fallecimientos han sido registrados.
El clado Ib, identificado en China, difiere del clado II que causó un brote significativo en África en 2022 y cientos de casos en Europa y América del Norte. Según la OMS, la nueva variante representa un desafío debido a su rápida expansión y alta mortalidad en África.
Suecia fue el primer país fuera de África en confirmar un caso del clado Ib en agosto de 2024, seguido por Tailandia, donde se registró el primer caso en Asia ese mismo mes.
¿Qué es la mpox?
La mpox, antes conocida como viruela del mono, es una enfermedad infecciosa que puede causar erupciones dolorosas, inflamación de ganglios linfáticos, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y fatiga. La enfermedad se propaga principalmente por contacto cercano con personas infectadas o superficies contaminadas.
Las autoridades chinas aseguran que, por el momento, la situación está bajo control, aunque se mantiene la alerta para evitar una mayor propagación.