Siempre que reviso los planes de ordenamiento urbano me encuentro con un sentimiento de frustración. Todos queremos planear la ciudad, ordenarla y darle algo de lógica, pero cuando vemos cómo se hacen los programas de ordenamiento encontramos que nada tiene sentido.
Hablemos de movilidad urbana, se debe ordenar exactamente al contrario de lo que hemos hecho hasta ahora, lo importante es mover personas no autos. Estudiar las rutas utilizadas, sus horarios, origen y destino, analizar opciones de movilidad y destinar recursos y voluntades para lograr los objetivos.
Es indispensable iniciar con una política seria de movilidad urbana donde se considere la modernización del transporte público en todas sus modalidades. No estoy hablando de ciclovías producto del capricho de un gobernante, lo que debe ser son una serie de estrategias que se encaminen a movilizar a una ciudad tan compleja como la nuestra.
No es fácil, se debe convencer con diálogo y propuestas inteligentes y reales. Ajustar a las posibilidades económicas de un presupuesto público que por definición es escaso, buscar opciones peatonales en vialidades donde sea posible. Tener nodos de transferencia donde el usuario transborde de un medio a otro con comodidad, seguridad y en lugares limpios y dignos.
Pensar que la población de nuestra ciudad está envejeciendo aceleradamente, en unos pocos años seremos muchos los xalapeños de la tercera edad y no hemos hecho nada para atender este punto tan importante.
Yo me imagino una serie de nodos multimodales donde jóvenes bajen de los autobuses de recorrido metropolitano y tengan a disposición bicicletas de renta para sus destinos, burócratas puedan transbordar a autobuses de recorrido urbano a sus lugares de trabajo, personas de la tercera edad utilicen el transporte público sin que represente un desafío físico hacerlo.
Se trata de políticas encaminadas a que el ciudadano se baje de su auto, pero dando opciones de movilidad adecuadas. Debemos inhibir el uso del auto particular en ciertas zonas de la ciudad pero procurando alternativas eficientes y más económicas.
Prácticamente la tercera parte de la superficie de calles del centro de la ciudad son para estacionar autos particulares todo el día. Esto no beneficia ni a los vecinos y menos al comercio del centro. Se debe cambiar la fórmula, el uso de la vialidad debe ser por definición público. Aumentar el ancho de banquetas, colocar vegetación adecuada y priorizar al peatón de forma efectiva.
Hacer eficiente y para todos el transporte público, que las rutas sean resultado de análisis de origen y destino y no simples demandas de los concesionarios. Se tiene que ordenar todo con inteligencia y desde una visión metropolitana.
Que una joven usuaria llegue a su colonia en estaciones iluminadas, seguras y limpias. Que un obrero de la construcción no destine un alto porcentaje de su ingreso en transporte de él y su familia.
Es tan sencillo, mucho es solo orden y limpieza.
Pero es justamente eso es lo que no nos gusta.
Jorge Flores Martínez
X: @jorgeflores1mx