jueves, enero 16, 2025

El PRI deviene del PNR y del PRM ¿encarna MORENA al PRI en su tercera transformación?

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Por lo menos es curioso, pero todo en nuestra realidad relativa al diagrama partidista señala hacia un fenómeno político estelarizado hace casi cien años cuando el epicentro del poder político lo personificaba Plutarco Elías Calles. Fue este expresidente mexicano quien impulsó la creación de un partido político cuya capacidad para transformarse según las circunstancias de su entorno le permitió larga sobrevivencia en el poder político nacional. Desde las esferas del poder surgió el Partido Nacional Revolucionario en 1929, tuvo en su centro rector a Calles y un grupo de políticos avezados afín a sus propósitos de mantener el control político de la nación en tiempos posrevolucionarios: Melchor Ortega, Luis L León, Ezequiel Padilla, Basilio Vadillo, Morones, Adalberto Tejeda, etc. Pero la avaricia por el poder perdió a Calles, pues después de exhibir al presidente Ortos Rubio como un pelele bajo su mando y de designar a Abelardo Rodríguez como sucesor, quiso repetir la dosis con el presidente  Lázaro Cárdenas quien tras aguantar por dos años sus desplantes lo mandó al exilio, y con ese trance provino la primera metamorfosis del PNR a Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938 con actores políticos pertenecientes al naciente grupo cardenista: Barba, Luis I Rodríguez, Mújica, Ávila Camacho, Lombardo Toledano, etc. Pero este grupo fue bastante efímero porque con el presidente Ávila Camacho surgió otra clase política muy diferente a la conformada por militares surgidos de la etapa armada de la Revolución Mexicana, estuvo integrada por jóvenes universitarios encabezados por Miguel Alemán Valdés, con cuya candidatura el partido oficial, el PRM tuvo su segunda metamorfosis al surgir el Partido Revolucionario Institucional en mayo de 1946, fue la segunda transformación del partido del gobierno orientado a ser la herramienta electoral que le permitiría convertirse en el eje de las sucesiones de alternancias predominantemente pacificas.

Cuatro décadas se dominio electoral absoluto transcurrieron con el PRI en la vanguardia electoral hasta la formación de la Corriente Crítica en 1886 que al año siguiente generó la ruptura al interior del PRI y esa fisura interna se reflejó en la elección de 1988 cuando los expriistas Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, entre muchos otros, forjaron una oposición política aglutinada en el Frente Democrático Nacional /FDN) que dio inusitada competencia electoral, no superó en votos al PRI pero originó la para entonces inaudita percepción de que el PRI ya no era un partido invencible. Con ese entusiasmo nació el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en mayo de 1989 una organización que agrupó a la izquierda mexicana y a ex priistas con la firme intención de desaparecer al PRI del escenario nacional. Con esa estrategia oposicionista, radical, renuente a la negociación con el gobierno, el presidente Salinas de Gortari fue orillado a negociar con el PAN en donde se estaban recuperando de la crisis interna causada por el desprendimiento del Foro Doctrinario que agrupaba a panistas en desacuerdo con negociar con el PRI-Gobierno. La implementación de esa estrategia catapultó al PAN con indiscutibles triunfos electorales que se tradujeron en capitales estaduales bajo su mando y a partir de 1989 gubernaturas en el norte y centro del país. El PRD comenzó a recoger frutos en la elección de 1997 cuando obtuvo gran numero de curules y el gobierno de la CDMX, adicionalmente los gobiernos de Zacatecas y de Tlaxcala con priistas que emigraron a sus filas. Así se había consolidado la presencia político electoral del PRD cuya estrategia fundamental consistía en “cachar” a los tránsfugas del PRI para hacerlos sus candidatos y avanzar en la toma del poder. Pero fue el PAN el que sacó al PRI de Los Pinos en 2000 y ratificó el triunfo en 2006. El PRD degeneró en una organización de cotos de poder a su interior, con manejo patrimonialista del afamado Grupo de “Los Chuchos” en las negociaciones con los gobiernos del PRI y del PAN. Esa circunstancia obligó a Andrés Manuel López Obrador a integrar su Asociación Política nacional, MORENA, integrada con cuadros del PRD y connotados expriistas, Barttlet, Monreal, y sus exgobernadores de origen tricolor. Así nació MORENA como partido con registro en 2014, para solo cuatro años después, en 2018 ganar la presidencia de la república abanderado por AMLO. Ahora, MORENA es partido hegemónico, suma ya muchos tránsfugas priistas en sus filas, a otros los agrupa en el Verde Ecologista, son los de repuesto para cualquiera emergencia. Allí están Del Mazo, Eruviel Ávila, los Murat y muchos más. De allí que se plantea la hipótesis sobre que MORENA es la reencarnación priista de la actualidad, entre otros postulados porque actúa de igual manera que lo hizo el PRI, y no necesariamente por imitación extra lógica sino porque los métodos del PRI para mantenerse en el poder fueron muy eficientes y siguen teniendo vigencia según se viene comprobando en el accionar de MORENA. Si no, que le pregunten al senador Manuel Huerta.

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