Veracruz turístico

La Semana Santa ha traído a Veracruz un gran número de visitantes, turismo de playa principalmente, proveniente del estado de México, Hidalgo, Puebla y la CDMX, no es un turismo de abundante recurso económico, pero siempre será bienvenido a nuestra entidad. Antaño se le conocía como “turismo de torta y horchata”, cuando se hizo famosa en la conurbación Veracruz-Boca del Rio la prevalencia del “hotel Camarena”, porque muchos pernoctaban en la playa para ahorrarse...
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Fentanilo, AMLO y Guacamaya Leaks

López Obrador dejó de combatir el tráfico ilegal de fentanilo en 2019, y se desplomaron los decomisos a una tercera parte, con el inicio de la estrategia conocida como ‘abrazos, no balazos’.

Nueva información proveniente de Guacamaya Leaks, el grupo anónimo que hackeó los correos de la Secretaría de la Defensa Nacional, perfila lo que la información en sus servidores, extraída para ser difundida públicamente, podría revelar cuando termine de analizarse y desencriptarse.

Esto es lo que se asoma tras la exploración de un solo disco de correos con 2.2 millones de mensajes, de los cuales sólo pudo examinarse la mitad porque el resto estaba encriptado y se necesitaría una escala de presupuesto para tecnología y capital humano que normalmente sólo llegan a tener los gobiernos que permitirían descodificarlos.

De ese total, 430 mil pudieron limpiarse para poder ser leídos, y se encontraron 411 correos que contienen la palabra fentanilo, buscada ex profeso por el contexto actual de la relación con Estados Unidos. Los resultados aportan información que permiten concluir que el expresidente Andrés Manuel López Obrador mintió sistemáticamente sobre el arraigo de ese opiáceo en México, y ocultó datos sobre el incremento del trasiego de esa droga hacia Estados Unidos, que se producía en este país años antes de que él finalmente aceptara la realidad el año pasado.

Silenciar y encubrir el tráfico de esa droga provocó un quiebre en la relación con el gobierno del presidente Joe Biden y ha sido el motor principal de la hostilidad y represalias arancelarias del presidente Donald Trump contra el de Claudia Sheinbaum. Las nuevas revelaciones en Guacamaya Leaks muestran también otra faceta de lo que fue el tráfico de fentanilo durante el sexenio de López Obrador, donde floreció de la mano con las diferentes facciones del Cártel de Sinaloa, en rutas que conectaban la Ciudad de México, Sinaloa, Sonora y Baja California.

La información no es concluyente. Los correos están contenidos en uno de los discos de la información difundida por Guacamaya Leaks en el periodo 2017-2020. Originalmente se tenía entendido que la información abarcaba de 2016 a 2022, pero entre los 430 mil correos que se comenzaron a analizar, hay comunicaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional fechadas en 2012. Es decir, lo que se ha encontrado hasta ahora revela 16 años de correos hackeados, que abarca todo el sexenio de Enrique Peña Nieto.

El tráfico de fentanilo se convirtió en un problema de salud significativo en Estados Unidos a partir de 2019. Previo a ese año, las muertes por el opiáceo sólo se habían registrado en los estados al este del río Mississippi –como referencia se puede trazar un eje desde Mineápolis a Nueva Orleans, hasta el Atlántico–, pero empezó a expandirse hacia el Oeste, coincidentemente con el despunte de tráfico ilegal de esa droga hacia California en 2018, al incrementarse los decomisos durante la transición del poder de Peña Nieto a López Obrador de una forma meteórica. Un análisis de José Luis Sabau, publicado en febrero del año pasado en Nexos con datos de México Unido contra la Delincuencia, muestra que de 94 kilos decomisados en 2017, brincó a 321 kilos en 2018.

López Obrador dejó de combatir el tráfico ilegal de fentanilo en 2019, y se desplomaron los decomisos a una tercera parte, con el inicio de la estrategia conocida como “abrazos, no balazos”. Hay un brinco de casi 300 por ciento en los decomisos en 2020 y otro importante al año siguiente, en coincidencia con el incremento dramático de muertes por fentanilo en Estados Unidos, que subió de 35 mil 871 en 2019 a 70 mil 601 en 2021, y a 74 mil 225 en 2022, cuando los abrazos se extendieron en México y los decomisos cayeron a 125 kilos, de acuerdo con la Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas de la DEA, en 2024.

Los 411 correos electrónicos revisados con la palabra “fentanilo” aportan información puntual y precisa de la Secretaría de la Defensa Nacional, registrada en un formato llamado “minutoXminuto” donde se observa que, tan pronto como tenían el reporte oficial, lo transmitían a Lomas de Sotelo, colocándolos en las carpetas “zmt.sedena.gob.mx”. Las siglas ZMT aparentemente son las Zonas Marítimas y Terrestres bajo la jurisdicción de la Secretaría de la Defensa. La información sobre fentanilo de otras dependencias posiblemente aumentaría el tamaño del tráfico y las mentiras del expresidente.

López Obrador reconoció que se producía fentanilo en México hasta el año pasado, tras denuncias del gobierno y Congreso de Estados Unidos, y reportajes en los dos países de los laboratorios para producirlo, particularmente en Sinaloa. Pero desde el 12 de agosto de 2020, de acuerdo con los correos revisados, se registraron en el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México decomisos de precursores para fabricarlo, particularmente uno que llamó la atención de 220 kilos procedente de España, sin precisarse el origen exacto.

Sólo en esos correos se registran cientos de miles de pastillas y kilos de fentanilo y precursores decomisados en los dos primeros años del gobierno de López Obrador, quien negó la producción de la droga aquí desde la mañanera del 16 de marzo de 2023, cuando dijo que en México sólo se “troquelan”, y afirmó que llegaba más fentanilo ilegal a Estados Unidos por Canadá y por Estados Unidos mismo. Las estadísticas a partir de los decomisos señalan, empero, que 98% de esa droga entra por México.

Los correos revisados registran un envío de pastillas de fentanilo del aeropuerto de Querétaro y un decomiso en Nuevo León. No tiene nada sobre el fentanilo en Chihuahua, cuya frontera con Texas identifica la DEA como la segunda, con el mayor número de decomisos, después de la de Tijuana con San Ysidro-San Diego. El corredor Culiacán-Ciudad Juárez era controlado por las dos facciones del Cártel de Sinaloa, la de Los Chapitos, los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, y la de Ismael El Mayo Zambada.

El hackeo de Guacamaya Leaks empieza a mostrar a López Obrador de cuerpo entero como lo que fue, un violador de leyes –por omisión o comisión–, y un benefactor –deliberadamente o no– del Cártel de Sinaloa. Los correos hackeados del Ejército permitirán apreciarlo, aunque será la Historia, porque no será este régimen, quien se encargue de él.

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