Dr. Rafael Vela Martínez
En reciente participación en el programa Voz Universitaria de Radio UV, abordé un tema de alto impacto económico: la dilación en el egreso de estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) está generando pérdidas económicas significativas para el estado de Veracruz.
Mientras en otras instituciones –incluidas universidades privadas y tecnológicas– los jóvenes concluyen sus estudios alrededor de los 21 años, ya que cursan licenciaturas de 4 años, en la UV el promedio de egreso supera los 6 años, llegando incluso a 7. Este rezago es consecuencia directa de la falta de revisión y actualización del Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) por parte de la actual administración universitaria, pero incluso de una falta de visión y compromiso social; lo peor del caso es que ahora integrantes del gabinete superior del RectorMartín Aguilar, aspiran al rectorado para darle continuidad a este fiasco de administración universitaria que ha ocasionado que la UV se ubique entre los últimos lugares de las principales 32 universidades públicas del país; para muestra un ejemplo: en las Universidades Privadas del país, estas instituciones logran colocar en el ámbito laboral alrededor del 70% de sus egresados; en las Universidades Públicas el promedio varía entre 20 y 25%; y, la UV, por gestiones directas de la institución, con el actual rectorado, no ha logrado insertar en el ámbito profesional ni siquiera 1 punto porcentual de sus egresados: así el fracaso de la actual administración.
Costos económicos y sociales del rezago
El retraso en la inserción laboral de los egresados no solo representa una pérdida de productividad para la economía estatal, sino que convierte a los estudiantes en una carga financiera prolongada para sus familias y para el propio estado. Esto ocurre en un entorno estatal donde más del 90% de las Unidades Económicas son microempresas, con escasas oportunidades de empleo bien remunerado. En consecuencia, los jóvenes mejor preparados, cuando egresan, tienden a migrar a otras entidades donde su talento es mejor aprovechado, debilitando aún más la capacidad de Veracruz para retener capital humano valioso.
La educación como motor del desarrollo
Contar con egresados universitarios a partir de los 20 años implica disponer de una fuerza laboral joven, preparada y en condiciones de generar valor. Un capital humano calificado impulsa la innovación, eleva la productividad y fortalece la competitividad regional. Además, incrementa el poder adquisitivo y dinamiza sectores clave como comercio, vivienda y servicios; incluso, debe mencionarse algo muy relevante, una entidad que cuente con mano de obra especializada, es la clave para atraer inversiones de otras partes del país y del extranjero, justo lo que se requiere en estos momento de relocalización de las inversiones transnacionales (Nearshoring), y de los requerimientos de capital externo para potenciar el proyecto Interoceánico, conocido también como Transístmico.
En el contexto actual, los egresados universitarios deben contar con un conjunto de competencias que exceden los conocimientos disciplinares. Entre ellas se destacan:
• Competencias técnicas y especializadas:dominio conceptual y práctico de su área profesional, capacidad de aplicación de conocimientos en contextos reales, y familiaridad con herramientas y metodologías vigentes.
• Competencias comunicativas: redacción clara y precisa, capacidad de escucha activa, argumentación y trabajo colaborativo en equipos interdisciplinarios.
• Competencias digitales: manejo eficiente de tecnologías de la información, análisis y uso responsable de datos, y adaptación a entornos digitales de trabajo.
• Pensamiento crítico y resolución de problemas:capacidad de análisis, síntesis, creatividad y toma de decisiones informada ante contextos complejos.
• Ética profesional y responsabilidad social:actuación con integridad, compromiso con la calidad, sensibilidad ante problemáticas sociales y ambientales, y conciencia del rol del conocimiento en el bienestar colectivo.
La ausencia de estas competencias en el perfil de egreso de los universitarios representa una seria limitante no solo para su inserción laboral, sino para el aprovechamiento pleno de su potencial como agentes de cambio económico y social.
El llamado a la acción
El futuro de Veracruz depende, en gran medida, del talento de sus jóvenes. Sin una reforma seria al modelo educativo de la UV y sin un liderazgo rectoral comprometido con la excelencia académica y la vinculación con el sector productivo, cualquier esfuerzo de desarrollo impulsado por el gobierno estatal corre el riesgo de fracasar por falta de capital humano preparado.
De nada sirve si la administración estatal de la Gobernadora Rocío Nahle impulsa un proyecto de desarrollo para Veracruz deseable y posible de cristalizar, sino se tiene mano de obra especializada y jóvenes profesionales talentosos que cuenten con las competencias que exige la transformación de una entidad federativa en plena Revolución Tecnológica del Conocimiento Digitalizado. El egresado universitario debe ser un profesional competente, adaptable y comprometido, capaz de integrarse al mundo laboral con actitud proactiva y habilidades que trascienden lo técnico. Su formación debe prepararlo para enfrentar los desafíos actuales y futuros del mercado de trabajo.Hoy en día, la transformación de Veracruz requiere además de infraestructura estratégica, de universitarios egresando a tiempo, con competencias relevantes y en condiciones de contribuir activamente al desarrollo económico de la entidad.
Contacto: rvelam_@hotmail.com