Entre lo utópico y lo verdadero
Por Claudia Guerrero Martínez
El pasado martes, falleció la trabajadora Tania Merino, quien laboraba en el área de Recursos Materiales de la Coordinación General de Comunicación Social del Estado (CGCS) siendo titular, el que se ostenta como Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas, Iván Joseph Luna Landa, quien es el responsable directo del fallecimiento de la joven madre, dejando en la orfandad a dos menores de edad, entre ellos, una niña que padece autismo, lamentablemente. Les cuento esta vergonzosa historia, inteligentes lectoras y lectores, que se deberá realizar una investigación ministerial, pues existen delitos de abuso de autoridad y laboral, así como omisión a un deber legal.
Tania, con más de 10 años laborando en la CGCS, pertenecía al grupo de alto riesgo, pues padecía diabetes y pese a ello, era obligada a ir a trabajar a las oficinas de la CGCS, ubicada en la avenida Américas, en Xalapa, por instrucciones de su jefe directo, Elías Hernández Olivares y la encargada de Recursos Humanos, Gladys Salazar González.
Increíble e inhumano, que Tania Merino no pudo ausentarse de sus labores, al ser obligada a presentarse a trabajar, cuando entregó un comprobante médico oficial de su padecimiento, por ser empleada de confianza y según criterios burocráticos. Y decía: «Porque nadie más podía hacer su trabajo», siendo obligada a laborar de manera normal, tal y como lo externó a sus compañeros a través de mensajes de WhatsApp, que nos hicieron llegar a la redacción de la autora de esta columna.
Los trabajadores están muy preocupados, pues nos informaron que otra de sus compañeras de nombre Claudia «N» de la misma área de Recursos Materiales se sospecha estar contagiada también por COVID-19 y un conductor del área de Transportes, de nombre Omar, también es obligado a presentarse a laborar, incluso, sale de comisión pese a presentar los síntomas.
Se deberá investigar tantos abusos y exponer a los empleados al contagio, como ocurre con los trabajadores del área de prensa, televisión y fotografía, quienes son del grupo de alto riesgo y cuyos nombres nos reservamos por obvias razones, quienes salen a realizar coberturas de actividades del gris e inoperante Gobernador Cuitláhuac García, en todo el estado, viajando hacinados en un automóvil oficial marca Tsuru con hasta 5 personas y además, obligados a compartir habitaciones de hotel entre 3 o 4 personas para ahorrar dinero del erario.
Otro tema que nos exponen a través del correo electrónico, es que otro compañero de nombre Víctor Romero, quien estuvo al borde de la muerte por complicaciones de diabetes y que sufrió amputaciones en extremidades, le fue recortado su sueldo, pese a que es personal de base y por su enfermedad, requiere de atención médica en su domicilio, para no contagiarse de COVID-19 en una institución pública. ¿Los empleados se merecen estos tratos mezquinos por parte del responsable de contagios e injusticias realizados por Iván Joseph Luna Landa?
Y las quejas por arbitrariedades no paran en contra del inexperto Iván Luna y su séquito de inoperantes, porque pese a que el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez autorizó indemnizar a la esposa de Don Miguel Renaum, quien laboró en la CGCS por más de 40 años, así como en Radiotelevisión de Veracruz, donde por cierto, siguen usando los spots que dejó grabados, a la señora Lupita, su esposa, sólo se le hizo dar de vueltas, ya que la encargada de Recursos Humanos, Gladys Salazar González, absurdamente le dijo no tener derecho a ninguna indemnización, porque el hombre que por muchos años fue voz institucional del Gobierno del Estado, no era personal de base, cuando era un acto de justicia.
¿Así o más insensibles estos personajes? Ojalá y las familias de los trabajadores afectados tomen cartas en el asunto y demanden a quien corresponda por negligencia y violación a sus derechos humanos y laborales, con grandes probabilidades de ganar, porque ante la pandemia que cada día cobra más vidas, existe gente que no le importa enlutar familias o dejar en la orfandad a seres indefensos. Seguiremos atentos a éste caso e invitamos a más colegas de la CGCS a que nos manden más quejas e injusticias, para hacerlas públicas y no permitir abusos de estos funcionarios incompetentes, como el caso de Iván Luna Landa y del propio Gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Y dejamos en la mesa del debate, que los mismos funcionarios pidieron cooperación a los empleados de la Coordinación General de Comunicación Social del Estado para los gastos funerarios de Tania… ¡Increíble y cínicos!
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