Agencias
El Concejo Indígena Mexicano y el Congreso Nacional Indígena anunciaron este jueves que combatirán las megaobras que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador en el centro y sur del país, como el Tren Maya y el Corredor Transístmico.
En una asamblea los grupos acordaron impulsar “acciones por la vida, contra los megaproyectos y en memoria de Samir Flores“, un activista asesinado en febrero de 2019 tras oponerse a una planta termoeléctrica de la pública Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Morelos, estado del centro del país.
“Las palabras mentirosas de López Obrador y su llamada Cuarta Transformación pretenden crear un muro que oculte la guerra que se arrecia contra los pueblos y la vida de la madre tierra, queriendo aislarnos y presentarnos como los opositores al progreso”, indicaron en un pronunciamiento conjunto.
La declaración es un reflejo de la oposición que afronta el presidente en un sector de los pueblos originarios de México, donde 25 millones de personas se identifican como indígenas, casi el 20 por ciento de la población, según el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali).
En particular, los grupos indígenas criticaron el Tren Maya, el Corredor Transístmico de Salina Cruz a Coatzacoalcos y el Parque Ecológico Lago de Texcoco, donde antes se iba a construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de México en la capital.
También consideraron “muy grave” el plan de construir tres centrales termoeléctricas, una red de gasoductos y una megacentral para almacenar combustibles en la cuenca del Río Santiago, al sur de Guadalajara, en el occidente del país.
Asimismo, cuestionaron la minería a cielo abierto y el Canal Centenario que ejecuta la Guardia Nacional en Nayarit, en el Pacífico, para trasvasar los ríos San Pedro y Santiago.
“Invaden ilegalmente los territorios de nuestros pueblos y muchos no cuentan tan siquiera con autorización en materia de impacto ambiental, contemplan la ocupación de miles y miles de hectáreas y el cambio en los usos de suelo de ejidos, comunidades y pueblos indígenas”, denunciaron.
Los pueblos originarios criticaron al presidente por “militarizar” al país al involucrar en la construcción y administración de las obras a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Nacional, un cuerpo policial-militar creado por López Obrador.
Además, acusaron al mandatario de aprovechar la pandemia para impulsar sus proyectos emblemáticos de infraestructura.
“La pandemia de la covid-19 ha venido, como dijo el gobierno mentiroso de López Obrador, ‘como anillo al dedo’ para la imposición de los megaproyectos y la militarización del país, estando la mayor parte de la población desmovilizada”, expresaron.
Como un reflejo de las divisiones que existen entre los pueblos originarios sobre el presidente, las agrupaciones censuraron la “imposición” del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) creado por López Obrador.
El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (estados del centro del país) se sumó al pronunciamiento del Concejo Indígena Mexicano, que hace tres años impulsó la candidatura presidencial de María de Jesús Patricio, conocida como Marichuy.
Con información de EFE