El sacerdote Hugo Valdemar, quien fuera vocero de la Arquidiócesis de México con el cardenal Rivera Carrera, expuso en el programa noticioso de López Dóriga su versión respecto a los gastos médicos para el tratamiento anti-Covid aplicado al cardenal. Revela que el enfermo acudió al hospital Mocel a recibir tratamiento al amparo de un seguro médico previsto para una enfermedad, sin embargo, encontró que el seguro estaba vencido a causa del no pago por parte de la referida Diócesis. No obstante, el cardenal decidió internarse en ese nosocomio originando que la Diócesis se deslindara públicamente de la responsabilidad de cubrir los gastos, porque debía tratarse en una institución pública. Valdemar explica la obligación de la Diócesis de cubrir los gastos pues la cesación del seguro la originó la omisión de no pagarlo, como está obligada a hacerlo. Todo sucede, mientras el cardenal Rivera se debate entre la vida y la muerte, ajeno ya a las vicisitudes entre grupos clericales, pero que demuestran, una vez más, el tipo de levadura con que está hecha la condición humana.