Hay quien gusta en calificar al municipio de Xalapa como “la joya de la corona” que todo partido quiere ganar electoralmente, la premisa es verdadera, pero solo en parte si se considera que en la entidad veracruzana son varios los municipios con gran pujanza económica, agrícola o industrial. Pero Xalapa es la capital, es el argumento de mayor peso. Pero, estratégicamente ¿Xalapa guarda la misma importancia que Coatzacoalcos, Veracruz, Orizaba o Córdoba? Geopolíticamente la conurbación Veracruz-Boca del Río y la Orizaba-Córdoba son ejes de mayor impulso político-electoral que Xalapa, que ni con mucho en esta categoría alcanza las dimensiones de Guadalajara, Monterrey, Puebla o Mérida ¿por qué? porque quien gana Guadalajara tiene medio Jalisco en la bolsa, lo mismo Puebla y Mérida. Mientras quien gana Xalapa, si el gobernador no es del mismo partido, chifla, solo, en la loma. ¿Monterrey? Ser la sede de uno de los grupos económicamente más poderosos del país no es cosa menor. Desde esa perspectiva, los datos nos conducirían a concluir que ser alcalde de Xalapa viste, pero no es para presumir, pero, desde el expediente de los problemas estructurales, como a Xalapa le falta casi todo, cualquier cosa que se haga es destacable.