Los acontecimientos no pintan bien en nuestro país, las circunstancias no se acomodan a las acciones gubernamentales y el efecto impacta a la población mexicana. La semana que concluye ha sido de fuertes dolores de cabeza para el gobierno federal, pues a la fuerte presión que le genera la pandemia sanitaria, ahora ha debido enfrentar los desajustes ocasionados por el desabasto de gas que se reflejan en la interrupción de la energía eléctrica, con sus dañinas consecuencias en la industria, el comercio y la agricultura de las zonas afectadas. Las pérdidas económicas son incuantificables aún, pero gran parte de la región afectada comprende entidades donde es intensa la actividad industrial. Por el lado de los esfuerzos de vacunación no hay avances sustanciales, pues la campaña iniciada el 24 de diciembre solo ha logrado aplicar un millón 574 mil 158 de vacunas y apenas 418 mil 931 personas cuentan con las dos dosis necesarias para lograr inmunidad, tales cifras distan mucho de ofrecer optimismo, si consideramos que México tiene una población de 126 millones de mexicanos. No es escenario para el optimismo, por supuesto.