El programa de vacunación promulgado por el gobierno federal está resultando una feria de desconcertantes declaraciones, sembradoras de confusión entre la población de este país. De origen, se vacunaría en primer término al personal médico instalado en la primera línea de combate al Covid-19, en enero, se continuaría con los adultos mayores para terminar de vacunarlos en marzo; pero estamos en marzo y aún no se vacuna a la totalidad del referido personal sanitario, pero, eso sí, se vacunaron los Siervos de la Nación y profesores de Campeche, no programados de origen. Por la escasez de vacunas el presidente difirió la conclusión de inmunización de adultos mayores apara abril próximo, lo cual parece imposible al ritmo que se lleva. Para acabarla, mientras el Secretaroio de Hacienda aseguró que 80 millones de mexicanos estaríamos vacunados en julio próximo; solo para ser corregido ahora por su subsecretario Gabriel Yorio, quien señaló agosto para “tener cerca de 60, 80 millones” de vacunados. A ninguno de ellos se escatima buena fe en sus declaraciones, pero la terca realidad insiste en señalar que, al ritmo actual, lamentablemente esas cifras son inalcanzables en el tiempo establecido; tendrían que inmunizarse más de medio millón de personas al día y eso, con todo respeto y conforme a lo que se ha visto, simplemente está en chino.