Agencias/Sociedad 3.0
Lydia Cacho se lanzó de nueva cuenta contra la secretaria de Gobiernación, Olga Sánchez Cordero, luego de que esta copartiera una columna titulada “¿El gobierno de los jueces?”, firmada por Jesús Torres Gómez, misma en la que se analiza la presunta coalición entre “los grupos de poder vinculados al PRIAN” y los “diversos jueves que integran el Poder Judicial”.
La periodista compartió la publicación y volvió a increpar a la funcionaria federal pues cuando fue magistrada de la Suprema Corte de Justicia, jugó un papel importante en la exoneración de Mario Marín, presunto autor intelectual de su tortura a manos de la policía.
Lydia Cacho aseguró que la ex jueza y ahora funcionaria pública del gabinete de la Cuarta Transformación carece de calidad moral.
«Usted @M_OlgaSCordero hablando de probidad judicial…Cuando fue jueza de la Suprema Corte votó contra los derechos humanos para proteger al gobernador pedófilo #MarioMarin usted la que negoció con el PRI y sus abogados corruptos carece de calidad moral», escribió e Twitter.
Cabe recordar que el exgobernador de Puebla, Mario Marín ‘El Gober Precioso’ fue detenido en febrero de este año por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR), por el delito de tortura cometido en agravio de Lydia Cacho en diciembre 2005 cuando fue publicado el libro Los Demonios del Edén, en el cual señalan redes de pornografía y explotación sexual infantil en México.
Por su parte, Sánchez Cordero había sido cuestionada sobre su voto en favor de Marín, lo cual negó puesto que no fue a favor del ex gobernador sino que se apegó a el parámetro de gravedad de vilaciones graves a los derechos humanos.
«No fue en favor del ex gobernador de Puebla, simplemente las violaciones graves, yo ahí intervine, ahí está la versión estenográfica, yo dije que hubo violaciones a sus derechos humanos que podrían ser resarcidas a través de los medios ordinarios de defensa como es el amparo y que para el parámetro de gravedad de violaciones graves a los derechos humanos habíamos resuelto el caso de Aguas Blancas, la matanza de Aguas Blancas».
La secretaria de Gobernación expuso que ella sí reconoció el caso de tortura pero que la periodista tuvo la posibilidad de apegarse a la figura del amparo.